2023
Una fe inquebrantable que el fuego no pudo consumer
Octubre de 2023


Voces de los miembros

Una fe inquebrantable que el fuego no pudo consumir

Mi casa se quemó, pero mi hogar sigue de pie.

El 8 de mayo de 2023, yo estaba realizando unas diligencias cuando me avisaron que nuestra casa se había incendiado. De inmediato mis pensamientos fueron hacia mi mamá y mis sobrinos, quienes estaban allí.

Mientras me encaminaba a ver lo sucedido, llevaba una oración en el corazón pidiéndole al Señor que mi familia estuviera bien. Mi corazón se llenó de paz, una paz incomprensible.

Al llegar, vi que todos los miembros de mi familia estaban bien. El Señor había contestado mis oraciones de forma milagrosa. Por primera vez, asimilé el hecho de que nuestra casa estaba destruida.

En mi familia, soy la única persona que es miembro de la Iglesia de Jesucristo. Desde el momento en que fui bautizada, decidí ser fiel a mis convenios. Sabía que Jesucristo no me fallaría y quería cumplir con mi parte. El día del incendio fue crucial para mí, mi confianza en Dios aumentó, tanto mi fe como mi testimonio se han fortalecido.

A pesar de que ese día perdimos todas nuestras posesiones materiales, esa noche decidí hacer una lista de las bendiciones que había recibido de la mano del Señor.

Pensar desde esa perspectiva me hizo sentir paz, valor y fortaleza para seguir adelante.

Mi casa se quemó, pero mi hogar sigue de pie. Jesucristo ha fortalecido a mi familia.

Como familia hemos tenido el apoyo de los miembros de la Iglesia, de vecinos y de amigos, quienes nos han dado un sentido de pertenencia.

Cuando pienso en lo que vivimos, recuerdo a Sadrac, Mesac y Abed-nego del Antiguo Testamento, cuando testificaron: “Si es así, nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tus manos, oh rey, él nos librará” (Daniel 3:17).

Si actuamos con fe ante la adversidad, podremos tener paz y entender el propósito de las cosas que nos suceden, lograremos progresar y crecer espiritualmente. Sé que nuestro Padre Celestial nunca nos deja solos, Él puede purificarnos incluso desde los escombros.