Liahona
“Él nos proporcionó lo necesario”
Febrero de 2024


“Él nos proporcionó lo necesario”, Liahona, febrero de 2024.

Ven, sígueme

1 Nefi 16–2 Nefi 10

“Él nos proporcionó lo necesario”

1 Nefi 17:3

Imagen
Lehi sosteniendo la Liahona

Lehi and the Liahona [Lehi y la Liahona], por Ronald L. Bergen

Nefi y su familia soportaron pruebas difíciles cuando salieron de Jerusalén y buscaron la tierra prometida. Como sucede con nosotros, el Señor no siempre los libró de sobrellevar las pruebas. No obstante, al igual que nosotros, cuando tenían una verdadera necesidad, el Padre Celestial estaba allí para proveer.

Cuando Nefi y sus hermanos habían hecho varios intentos por obtener las planchas de bronce sin tener éxito, se habían quedado sin otras opciones y necesitaban intervención divina, Nefi fue “guiado por el Espíritu” (1 Nefi 4:6) y obtuvo las planchas.

Cuando la familia tenía que ir al desierto, pero no sabía adónde ir, el Señor proveyó una brújula (véase 1 Nefi 16:10).

Cuando pasaron hambre por un tiempo debido a la pérdida del arco de Nefi, él hizo su propio arco y flecha, y el Señor les dio instrucciones para saber dónde encontrar alimentos (véase 1 Nefi 16:18–24).

Cuando llegaron al mar, el Señor le mostró a Nefi cómo construir un barco (véase 1 Nefi 17:8).

Lamán y Lemuel hicieron mal uso de su albedrío para golpear a Nefi y a Sam (véase 1 Nefi 3:28), pero cuando trataron de quitarle la vida a Nefi, la misión de su vida aún no estaba completa, por lo que el Señor advirtió a Nefi que partiera al desierto. Cuando tuvieron una necesidad, Nefi y su familia fueron preservados (véase 2 Nefi 5:4–5).

Desde el momento en que Nefi salió de Jerusalén hasta el momento en que tuvo que huir de Lamán y Lemuel, viajó grandes distancias, fue golpeado con una vara, consumió carne cruda, fue atado durante tres días en un barco y sufrió la pérdida tanto de su suegro como de su padre. Al igual que nosotros, su rectitud no lo salvó del sufrimiento. Al igual que nosotros, él soportó las pruebas de la vida terrenal, pero cuando Nefi necesitó al Señor, cuando surgió el momento de la verdadera necesidad, el Señor siempre estuvo allí.

Sobrellevamos las dificultades, a veces debido a nuestras circunstancias o decisiones y, a veces, a manos de otras personas. Afrontamos pesar, sufrimiento e incluso la muerte. Sin embargo, al igual que Nefi, si escuchamos y confiamos en el Espíritu Santo, el Padre Celestial, de acuerdo con Su voluntad y Su tiempo, proveerá lo que verdaderamente necesitamos.