Las bendiciones de la obediencia

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Presidente Dallin H. Oaks

“Como exrector de [la Universidad Brigham Young], tuve el placer de hablar a los alumnos y al profesorado durante el devocional de esta mañana […].

“Invité a los alumnos a reflexionar si se atreven a ser diferentes y si avanzan contra la oposición del mundo. Más importante que lo que una persona hace como alumno son las decisiones que toma en su vida personal, las prioridades que adopta consciente o inconscientemente.

“No debemos olvidar la enseñanza del Salvador de que el ‘primer y grande mandamiento’ de la ley es ‘amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente’, y el segundo mandamiento ‘es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo’.

“El amor al prójimo, por más importante que sea, no va por delante del amor a Dios y de la obediencia a Sus mandamientos. Si verdaderamente amamos a Dios y le servimos como Él nos ha enseñado, amaremos a nuestro prójimo como Dios lo ama y como Él desea que lo amemos y le sirvamos.

“Jesús siempre estaba lleno de amor, pero era invariablemente directo en Sus mandamientos y expectativas. A la mujer sorprendida en adulterio, Él se abstuvo de condenarla en ese momento, pero concluyó guiándola: ‘Vete, y no peques más’.

“Además, concluyó las rigurosas enseñanzas del Sermón del Monte con esta incomparable instrucción: ‘Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto’. Progresamos hacia esa condición divina por medio de prioridades que nos hacen seguir al Salvador sin vernos comprometidos por los valores y comportamientos mundanos.

“El guardar las normas del Evangelio no los convierte a ustedes en personas de segunda clase ni relega a la oscuridad el ejemplo que dan. Todos sabemos de personas cuyo desempeño mejora en calidad y visibilidad al ser diferentes de la multitud.

“Me hago eco de las palabras que el presidente Russell M. Nelson ha enseñado: ‘Créanme cuando les digo que, si su cimiento espiritual está edificado firmemente en Jesucristo, no tienen por qué temer. Si son fieles a los convenios que hicieron en el templo, el poder de Él los fortalecerá’”.

“El Evangelio es sencillo. Gracias al sacrificio expiatorio del Salvador, podemos ser limpios y transformados. Esto comienza con la fe en Jesucristo. Nosotros creemos en Él, confiamos en Él y dependemos de Él. Esa fe nos conduce al arrepentimiento.

“Queremos demostrar nuestro amor por Él al guardar los mandamientos. Jesús enseñó por el ejemplo ya que Él mismo fue bautizado. El bautismo es uno de Sus mandamientos.

“Después de ser bautizados, Él promete darnos el don del Espíritu Santo. Seremos guiados y consolados, y el Espíritu Santo nos ayudará a conocer la verdad. Sentiremos que el Espíritu Santo está con nosotros. Tendremos sentimientos de paz, de amor y de gozo, y tendremos el deseo de servir a los demás. Nos esforzaremos durante toda la vida por complacer al Señor.

“Conforme creamos en Él, confiemos en Él y dependamos de Él, y lo hagamos con más frecuencia, sentiremos el consuelo de la compañía del Espíritu Santo. Tendremos la fortaleza para sobrellevar cualquier desafío que se nos presente y para guardar los mandamientos sin ser compelidos”.

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Presidente M. Russell Ballard

“Me siento abrumado por la bondad del Señor y la confianza que Él tiene en ustedes y en mí. Todos somos miembros comunes y corrientes de la Iglesia; ninguno de nosotros es una superestrella. Solo somos hijos de Dios tratando de hacer lo correcto por el motivo correcto. Estamos tratando de criar a nuestra familia de la manera correcta para que amen al Señor y deseen esforzarse por guardar Sus mandamientos. En el proceso, tenemos algunos privilegios y oportunidades maravillosos y selectos.

“Cuando llegue nuestro juicio final, no consistirá en el número de reuniones a las que asistimos, el número de reuniones que dirigimos ni todas las visitas que hicimos. En vez de ello, el Señor agradecerá profundamente a quienes busquen y ayuden a otras personas a lo largo de la senda de los convenios.

“Jesucristo es nuestro hermano y nuestro mejor amigo. Él nos ama y nos ha mostrado el camino. Las cosas que ustedes y yo necesitamos para hallar la felicidad están contenidas en esforzarnos por guardar Sus mandamientos y en esforzarnos por ser tan semejantes a Él como podamos. Cada día es una oportunidad de tocar una vida, de tender una mano a alguien que te necesita y ofrecer una palabra de aliento”.

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Élder Gary E. Stevenson

“Lesa y yo tuvimos el honor de pasar algún tiempo con este notable grupo de misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante una reciente visita al Centro de Capacitación Misional de Brasil. Hablamos de las bendiciones que se reciben por obedecer los mandamientos de Dios. Eso es cierto para los misioneros y para todos nosotros.

“Dije a esos maravillosos élderes y hermanas que todos somos hijos de un Padre Celestial amoroso. Él desea nuestro éxito definitivo y nuestro progreso eterno en esta vida y en la que sigue.

“Nuestro Salvador Jesucristo puede ayudarnos a recibir estas bendiciones de nuestro Padre. Testifico de Él y de Su divina función redentora como nuestro Salvador”.

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Élder Ulisses Soares

“Podemos recibir protección de los complejos tornados de la vida gracias al ‘refugio espiritual del Salvador’. Tres aspectos que nos pueden ayudar a entrar al refugio espiritual del Salvador incluyen:

“Invocar el poder del Salvador en nuestra vida.

“Cumplir y honrar los convenios sagrados con exactitud.

“Ser fiel a las responsabilidades personales y familiares de guardar los mandamientos y enseñar el Evangelio a la familia.

“Si somos constantes e inquebrantables en guardar los mandamientos de Dios con fe y diligencia, seguramente el consuelo del refugio del Salvador reemplazará el dolor de nuestras experiencias, la paz reemplazará la agitación, [y] la esperanza reemplazará la aflicción y las pruebas se convertirán en bendiciones”.

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Hermana J. Anette Dennis

“Otra maravillosa época navideña ha llegado y se ha ido. La mayoría de nosotros desearía que los hermosos sentimientos que rodean a la Navidad duraran todo el año, pero ¿por qué no habríamos de sentirlos mucho más a menudo? La Navidad es una época en la que naturalmente nos sentimos más inclinados a ver, servir y amar a los demás, lo cual, como nos dicen las Escrituras, es una manera de amar y servir a Dios: regalos para el Salvador en esta época en que celebramos Su nacimiento. Es una época de mayor enfoque hacia el exterior, en la que el primero y el segundo gran mandamiento se viven con más intención.

“Los mandamientos de amar y servir a Dios y a los que nos rodean en realidad son para nuestro propio beneficio y harán más por traer esos maravillosos sentimientos de paz y gozo a nuestra vida que casi cualquier otra cosa. A medida que sigamos diariamente el ejemplo de amor y cuidado por los demás de nuestro Salvador, aunque sea de maneras muy pequeñas, lo recordaremos a Él más a menudo y gradualmente llegaremos a ser cada vez más semejantes a Él. Entonces podremos ‘sentirnos como en Navidad’ todos los días porque esos hermosos sentimientos pueden surgir cuando estamos llenos del amor del Salvador. Veamos si podemos hacer que en este nuevo año ‘nos sintamos como en Navidad’ con más frecuencia. ¡Que cada uno de ustedes tenga un [año] lleno de Cristo!”.

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Hermana Tracy Y. Browning

“Una de las […] canciones de la Primaria que he estudiado recientemente es ‘I Need My Heavenly Father’ [Necesito a mi Padre Celestial] [Children’s Songbook, pág. 18]. Me encanta cómo esta canción expresa que nuestro Padre Celestial desea que seamos felices y que podemos ser felices al elegir seguirlo a Él y a Su Hijo Jesucristo. El Padre Celestial nos ama a cada uno de nosotros. ¿Cómo escogerán servirle hoy? […].

“Solo quiero [compartir con ustedes] una estrofa de esa canción. Dice así: ‘Necesito que mi Padre Celestial me ayude cada día. ¡Él quiere que yo sea feliz y que elija el camino recto!’. Me encanta porque es una invitación a recordar que a Dios lo motiva el amor por nosotros y nuestra felicidad.

“También aproveché la oportunidad para leer […] una de las referencias de las Escrituras que se encuentra junto a la canción y que está en Alma 30:8: ‘Porque así dicen las Escrituras: Escogeos hoy a quién sirváis’.

“Amigos, espero que se unan a mí y elijan servir al Padre Celestial hoy y todos los días porque Él está motivado por el amor. Lo amamos y deseamos esa felicidad en nuestra vida”.