Voces de los miembros
El gozo de trabajar en historia familiar
“La obra de historia familiar… ejerce una influencia refinadora, espiritualizante y atenuante sobre los que se dedican a ella” (Boyd K. Packer, “Su historia familiar: Cómo empezar”, Liahona, agosto de 2003, pág. 17).
En 1993 fui al Templo de Guatemala por primera vez para tomar mi investidura; después iba en casi todos los viajes. Durante todo el año me preparaba recopilando nombres de mis antepasados, visitando cementerios, platicando con mi familia; recuerdo que una tía, hermana de mamá, me dio mucha información, así que empecé a llenar muchos cuadros familiares.
Por muchos años fui consultora de historia familiar. He tenido muchas experiencias espirituales donde el Espíritu se ha sentido muy fuerte. Estoy agradecida que tenemos herramientas como la indexación, que nos ayuda a todos a encontrar a nuestros antepasados con más facilidad. ¡Esto es maravilloso! Me gusta participar en cualquier tipo de actividad que ayude en la historia familiar. Me gustan las maratones de indexación; oro para entender los escritos antiguos y transcribirlos correctamente.
Cuando he escrito algo incorrecto, lo siento, y hasta que no estoy segura de que lo he hecho bien, no quedo feliz. Cuando me siento a indexar no quiero levantarme.
Amo la historia familiar, es algo que debemos hacer; solo así nos daremos cuenta del gozo y las bendiciones que trae esta obra maravillosa; yo la disfruto y mi deseo es que mi familia pueda sentir lo que yo siento. Estoy agradecida a mi Padre Celestial y a mi Señor Jesucristo por esta obra que nos permite llevar la salvación a nuestros antepasados, a nuestra familia.