Liahona
Demostrar amor por Dios y por los demás
Febrero de 2024


Mensaje del Área

Demostrar amor por Dios y por los demás

Jesús enseñó que los dos grandes mandamientos son: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”1.

¿Cómo podemos demostrar amor por Dios y por los demás?

Tal como declaró el Salvador: “Si me amáis guardad mis mandamientos”2.

El Padre Celestial ama a Sus hijos. Ese amor no cambia, es perfecto y eterno. Él nos demuestra Su incomparable amor todos los días. Podemos demostrar amor por Él y los demás al guardar Sus mandamientos. El ver los mandamientos como una demostración de amor y como una fuente de protección de nuestro Padre Celestial, nos da otra perspectiva.

La vida puede ser desafiante, pero si nos esforzamos en guardar los mandamientos sentiremos abundante paz, independientemente de nuestras circunstancias. También seremos bendecidos en nuestra vida personal y esas bendiciones se extenderán a nuestras familias.

Dirigiéndose a los jóvenes, el presidente Russell M. Nelson dijo: “Los necesitamos con nosotros en este batallón de jóvenes del Señor. ¡No será lo mismo sin ustedes!”. Él los invitó a que “se destaquen; sean diferentes del mundo”. Al vivir las normas de Para la Fortaleza de la Juventud y al guardar los mandamientos van a lograr “que luzcan, que hablen, que actúen y se vistan como un verdadero discípulo de Jesucristo”3.

Mis queridos jóvenes, ustedes pueden ser una gran influencia en sus hogares, en sus colegios y en su comunidad. ¡Quizás sean pioneros en su entorno! Ser pionero nunca ha sido fácil, sin embargo, cuando se sientan desanimados, recuerden que no están solos, nuestro Padre Celestial está pendiente de sus necesidades. Él los conoce y sabe cómo fortalecerlos y cómo ayudarlos a ser una luz al mundo.

Ustedes tienen la capacidad de hacer cambios y adaptarse a ellos con mayor rapidez que cualquier otra generación. Necesitamos que tomen un rol protagónico en la obra de salvación y exaltación de Dios. Mediten sobre el lema de sus organizaciones, esto les ayudará a recordar su identidad divina. Permítanme citar algunos párrafos.

En el lema de Mujeres Jóvenes leemos: “Soy una hija amada de Padres Celestiales, con una naturaleza divina y un destino eterno. Como discípula de Jesucristo, me esfuerzo por llegar a ser semejante a Él. Busco revelación personal y actúo de conformidad con ella, y ministro a otras personas en Su santo nombre”.

Finalmente, en el lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico: “Soy un amado hijo de Dios, y Él tiene una obra para mí. Con todo mi corazón, alma, mente y fuerza, amaré a Dios, guardaré mis convenios y utilizaré Su Sacerdocio para servir a los demás, comenzando en mi hogar”.

Comiencen desde donde están. Prepárense durante la semana para participar de la Santa Cena y tomarla con fe, ayunen, usen el nombre de Cristo con reverencia, traten a las personas con amor y respeto. Cuiden su lenguaje, lo que ven y lo que escuchan. Prepárense para servir en una misión. Tengan siempre presente el templo y vayan cada vez que tengan la oportunidad. Sean activos participantes de los programas de la Iglesia, los cuales están para ayudarlos a avanzar en la senda de los convenios.

Permitan que Jesucristo sea su fortaleza. Sé que Él nos escucha, nos eleva y sana nuestras heridas sin importar qué tan profundas sean. Dejo mi testimonio en Su nombre. Amén.

Notas

  1. Mateo 22:37–39.

  2. Juan 14:15.

  3. Juventud de Israel, devocional mundial para los jóvenes, por el e presidente Russell M. Nelson, 3 de junio de 2018.