Liahona
Una oración celestial
Febrero de 2024


Voces de los miembros

Una oración celestial

Desde mi juventud, he formado parte del coro de mi estaca, primero como participante y luego como directora. No pasó por mi mente el impacto que esa actividad tendría en mi testimonio. El año antes de salir a la misión, asistir a los ensayos del coro se volvió complicado. A veces me sentía frustrada, incluso pensé en no participar más, porque eran muchos obstáculos para ser solo himnos; sin embargo, no desistí.

Tiempo después, recibí mi llamamiento misional. Antes de entrar al campo misional, me entrevistó el presidente de estaca. Me preguntó: “¿Tienes idea de cuántos hermanos se bautizaron gracias a lo que pudieron sentir cuando escuchaban el coro?”.

No había pensado al respecto, de hecho, no imaginé que un coro pudiera responder las preguntas del corazón de una persona. Al salir de la entrevista, a través de la música el Espíritu me testificó del Evangelio. A pesar de los desafíos en los ensayos y en las presentaciones, los ángeles seguían cantando y testificando del amor de Dios.

Las personas pueden recibir fuertes impresiones y respuestas del Espíritu, unas por medio de la lectura de las Escrituras, a través de la historia familiar, al escuchar discursos o testimonios inspirados, yo puedo testificar que la música elevada me acerca a aquellas repuestas celestiales, al consuelo reparador que necesito.

Cuando dirijo a un grupo de voces que cantan para el Padre Celestial y veo el reflejo del amor de Dios en sus rostros, testifico que cantan una oración celestial.