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CAPITULO 48: LA FE ES: ‘…LA CONVICCION DE QUE NO SE VE’


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LA FE ES: “…LA CONVICCION DE QUE NO SE VE”

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Epístola a los Hebreos, se cree que fue escrita por Pablo, aprox. en el año 65 D.C. (Hebreos)

Hebreos

Los mundos fueron hechos mediante la fe

11:1–3

Por qué el sacrificio de Abel fue aceptable

11:4

La doctrina de la traslación

11:5, 6

La fe salvó a Noé

11:7

Abraham buscó una ciudad celestia

11:8–16

Por qué Abraham recibió mandamiento de sacrificar a Isaac

11:17–19

Las bendiciones patriarcales vinieron mediante la fe

11:20–22

La fe de los antiguos estaba centrada en Cristo

11:23–31

La fe y los milagros son inseparables

11:32–35

La fe permite que los hombres soporten los sufrimientos

11:35–40

“el Señor al que ama, disciplina”

12:1–8

Estado premortal y exaltación

12:9, 10

La paz y la santidad llevan al hombre a ver a Dios

12:11–17

Los santos glorificados pertenecen a la iglesia del Primogénito

12:18–24

“Nuestro Dios es fuego consumidor”

12:25–29

“…algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”

13:1–3

El casamiento es honorable

13:4–7

Cristo es el mismo para siempre

13:8

Forma en que los cristianos ofrecen sacrificios

13:9–25

Comentario Interpretativo

(48-1) Hebreos 11:3. uPor la fe entendemos haber sido constituido el universo”

“Por esto entendemos que el principio de poder que existió en el seno de Dios, mediante el cual los mundos fueron creados, fue la fe; y que es en razón de este principio de poder que existe en Dios, que existen todas las cosas creadas; de manera que todas las cosas en el cielo, en la tierra, o debajo de la tierra existen en razón de la fe según ésta existía en El.

“De no haber sido por el principio de la fe los mundos nunca habrían sido formados ni el hombre se habría formado del polvo. Es el principio por el cual Jehová obra y mediante el cual ejerce poder sobre todo lo temporal así como sobre las cosas eternas. Quitad este principio o atributo —pues es un atributo— a Dios, y El dejará de existir” (Lectures on Faith, primer sermón, vers. 15, 16).

(48-2) Hebreos 11 “…lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”

“¿Es este un pasaje obscuro? En realidad no lo es. Pablo sencillamente está diciendo que las cosas creadas no fueron hechas de ‘cosas’ que se ven o por ellas. Esto es: todo lo creado, esta tierra y todo lo que en ella hay, todo fue y es hecho, no por el poder del hombre, sino por algunas fuerzas indirectas de la naturaleza o del universo, No existe el azar en la creación, no hay creación casual de vida en los primeros pantanos, ni desarrollo de una especie a otra por proceso evolutivo. la creación fue planeada, organizada y controlada. Vino por el poder de Dios…y mediante la fe. Vino por un poder invisible que no es comprendido por la mente carnal o por el intelecto científico. la creación es la obra de Dios. las cosas llegaron a ser mediante fuerzas que no están a la vista del hombre y pueden, de hecho, ser conocidas solamente mediante revelación. Y como Dios creó todas las cosas por la fe, aun así la obra creada por sus manos puede ser conocida y entendida solamente mediante ese mismo poder, la fe” (McConkie, DNTC, 3:195).

(48-3) Hebreos 11:4. “Por la fe Abel ofreció…más excelente sacrificio que Caín”

Muchos se han preguntado por qué la ofrenda de Caín fue rechazada y la de Abel aceptada (Génesis 4:3-5; Moisés 5:19-21). ¿Cuál fue la naturaleza del pecado de Caín? ¿Fue solamente que Caín escuchó la orden de Satanás mientras que Abel escuchó y obedeció el mandato del Señor (Moisés 4:18)? José Smith lo explica así:

“Por la fe en esta expiación o plan de redención, Abel ofreció a Dios un sacrificio aceptable de las primicias del rebaño. Caín ofreció del fruto de la tierra, y no fue aceptado porque no pudo hacerlo con fe; no pudo haber tenido fe, o mejor dicho, no podía ejercer una fe que se opusiera al plan celestial. la expiación a favor del hombre debe ser el derramamiento de la sangre del Unigénito, porque así lo disponía el plan de redención; y sin el derramamiento de sangre no hay remisión; y en vista de que se instituyó el sacrificio como tipo o modelo mediante el cual el hombre habría de discernir el gran Sacrificio que Dios había preparado, era imposible ejercer la fe en un sacrificio contrario, porque la redención no se logró de esa manera, ni se instituyó el poder de la expiación según ese orden. Por consiguiente, Caín no pudo haber tenido fe, y lo que no se hace por la fe es pecado” (Smith, Enseñanzas, pág. 63).

48-4) Hebreos 11:4. “…y muerto, aún habla por ella”

“¿Cómo es que aún habla por ella? Porque magnificó el sacerdocio que le fue conferido, y murió hombre justo. Por consiguiente, ha llegado a ser un ángel de Dios, porque ha recibido su cuerpo de los muertos, 418 y aún tiene las llaves de su dispensación; y fue enviado de los cielos para administrar palabras de consuelo a Pablo y darle el conocimiento de los misterios de la divinidad.

“De no ser así el caso, quisiera preguntar, ¿cómo es que Pablo sabía tanto acerca de Abel y por qué hace mención de que habló después de muerto? De manera que para haber hablado después de muerto, debe haber sido enviado de los cielos para ejercer su ministerio” (Smith, Enseñanzas, pág. 201).

(48-5) Hebreos 11:15. “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte”

La única información que tenemos sobre Enoc en la Biblia, además de esta declaración de Pablo, se encuentra en Génesis 5:24. “Caminó, pues Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.” Este pasaje, junto con el comentario inspirado hecho por Pablo, ha dado lugar a especulaciones sin fin en relación al destino de Enoc. ¿Cuál es el significado de “desapareció, porque le llevó Dios”? le llevó…¿adónde? ¿Al cielo? ¿Al paraíso? Una vez más José Smith, el gran Profeta de la última dispensación ha ayudado a proveer la respuesta. Enoc y toda su ciudad eran hombres justos a tal grado que fueron retirados de la tierra y llevados a un lugar en el cual “Sión morará en paz para siempre” (Moisés 7:18-21; véase especialmente el versículo 20). Hablando de Enoc y de la doctrina de la traslación, José dijo una vez: “Dios tomó a Enoc para sí, a fin de que no muriese en esa época, y le señaló un ministerio para con los cuerpos terrestres, de quienes muy poco se ha revelado…

“Muchos han supuesto que la doctrina de la traslación era una doctrina mediante la cual los hombres eran llevados inmediatamente a la presencia de Dios y a una plenitud eterna, pero ésta es una idea errónea. El lugar donde habitan es según el orden terrestre, y a fin de que fuesen ángeles ministrantes a muchos planetas, Dios apartó un lugar preparado para estos individuos que todavía no han alcanzado una plenitud tan grande como los que han resucitado de los muertos” (Smith, Enseñanzas, págs. 2:2, 203).

(48-6) Hebreos 11:9, 14. ¿Qué significa ser herederos con Abraham?

“En un sentido inicial y preliminar, se refiere a algunas tierras y a una simiente temporal. Ellos y sus hijos después de ellos van a heredar la tierra de Canaán y su posteridad (figuradamente) será tan innumerable como las arenas sobre las orillas del mar y las estrellas de los cielos. (Gn. 12:1-3; 17:1-22; 22:15-18; 24:60; 26:2-5; 28:1-15.)

“Pero en un sentido más completo y pleno, las promesas tienen que ver con el matrimonio celestial, con la continuidad de la unidad familiar en la eternidad, con el progreso eterno, con el hecho de tener hijos espirituales para siempre, de manera que sobrepasarán literalmente a las partículas de la tierra y al número casi infinito de estrellas en todas las galaxias de los cielos. Y en este sentido mayor y más importante, todas estas mismas bendiciones llegan a ser la herencia de todos los santos que viven la ley de Abraham y entran en el mismo orden del matrimonio que bendijo la vida de éste la de Isaac y Jacob” (McConkie, DNTC, 3:204-5).

(48-7) Hebreos 11:10, 16. “la ciudad…cuyo arquitecto y constructor es Dios”

La ciudad a la cual se hace referencia en este pasaje es la “ciudad de Sión” o la ciudad que Enoc y su pueblo construyeron. Trasladada de la tierra por causa de la rectitud de sus habitantes, la ciudad de Enoc se convirtió en un ejemplo de aquello que podían desear los hombres que estudiaban y practicaban la rectitud.

Abraham ciertamente lo hizo, nos dice Pablo aquí. También se nos dice en otras partes que en el pueblo de Melquisedec, contemporáneos de Abraham “obraron rectitud, y obtuvieron el cielo, y buscaron la ciudad de Enoc a la cual Dios antes había arrebatado, separándola de la tierra, habiéndola reservado para los últimos días, o el fin del mundo” (Génesis 14:34, Versión Inspirada, traducción libre).

Los de generaciones posteriores igualmente continuaron buscando aquel modelo pero, como el Señor nos expresa en una Escritura de los últimos días, “…no lo hallaron a causa de la maldad y abominaciones; y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra; mas recibieron la promesa de que lo hallarían y lo verían en la carne” (D. y C. 45:12-14). Las Escrituras contienen una promesa de que la ciudad de Enoc algún día regresará a la tierra. Esta promesa está reservada en su cumplimiento para el milenio de paz que se aproxima. El Señor le dijo a Enoc que en los últimos días de la tierra, El prepararía “una Ciudad Santa…y se llamará Sión, una Nueva Jerusalén…Entonces tú y toda tu ciudad los recibiréis allí, y los recibiremos a nuestro seno, y ellos nos verán…” (Moisés 7:62, 63.) La ciudad de Enoc volverá a la tierra.

(48-8) Hebreos 11:17-9. ¿Por qué se mandó a Abraham sacrificar a Isaac?

“Difícilmente se encuentra en la historia un acontecimiento tan conmovedor como el ocurrido en el monte Moríah, hace unos 4000 años, cuando el fiel Abraham, por mandato de Dios, levantó su cuchillo para matar a Isaac, ‘su hijo unigénito’ (Génesis 22:1-19) ¿Quién puede concebir una prueba más dura de la fe que la orden enviada del cielo para sacrificar al heredero de la promesa, a quien Dios hubiese entonces levantado de entre los muertos para que sus promesas concernientes a Isaac fuesen cumplidas. (Génesis 21:12.) ¿Es de sorprender que en todas las generaciones subsiguientes a la de Abraham sus descendientes hayan mirado hacia atrás con reverencia para contemplar una escena que puso a prueba al hombre mortal casi más allá de su capacidad humana para obedecer?

“¿Por qué planeó Dios semejante prueba? Ciertamente fue para beneficio y bendición de Abraham. No hay duda de que cuanto más dura es la prueba, mayor es la recompensa al vencerla. Y aquí Abraham puso a su hijo sobre el altar, probando así ser digno de aquella exaltación que ahora ha recibido. (D. y C. 132:29.) Inmediatamente después de su conformidad y obediencia a la voluntad divina, recibió una manifestación celestial de la gloria y honor reservados para él y su simiente (Génesis 22:15-18.)” (McConkie, DNTC, 3:206-7).

Además de la prueba personal de la fe de Abraham, este mandamiento anunció la btura expiación de Cristo. El sacrificio demandado de Abraham fue “…una semejanza de Dios y su Hijo Unigénito.” (Jacob 4:5.) El élder Melvin J. Ballard nos ha dado esta visión de Abraham e Isaac:

“Ascendieron el monte, reunieron piedras y colocaron los trozos de leña sobre ellas. Entonces Isaac fue atado, de manos y pies, arrodillado sobre el altar. Supongo que Abraham, como un verdadero padre, debe haber dado un beso de despedida a su hijo y también su bendición, su amor, y su alma debe haberse volcado hacia su hijo en aquella agonía porque éste iba a morir a manos de su propio padre. Cada paso siguió delante hasta que el frío acero fue desenvainado y levantó la mano para dar el golpe que haría brotar la sangre y la vida. Fue entonces que el ángel del Señor dijo: ‘Basta.’

“Nuestro Padre Celestial pasó por todo eso y más, pues en su caso la mano no fue detenida” (”The Sacramental Covenant”, Improvement Era, oct. de 1919, pág. 1029).

(48-9) Hebreos 11:35. ¿Qué quiere decir Pablo al referirse a “mejor resurrección”?

“Era evidente que había una resurrección mejor, pues de lo contrario Dios no lo habría revelado a Pablo. ¿En qué sentido se puede decir una resurrección mejor? Se hace esta distinción entre la doctrina de la resurrección efectiva y la traslación: por la traslación se obtiene alivio de los tormentos y sufrimientos del cuerpo, mas su existencia será más larga, respecto de las obras y afanes del ministerio, antes que puedan entrar en tan grande descanso y gloria.

“Por otra parte, los que fueron atormentados, y no aceptaron la liberación, recibieron el descanso inmediato de sus obras. ‘Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen’ (Apoc. 14:13).

“Descansan de su trabajo por un tiempo largo, y sin embargo, les es reservada su obra, de tal manera que les es permitido continuarla después de que hayan recibido la resurrección de sus cuerpos” (Enseñanzas, págs. 203-204).

(48-10) Hebreos 11:40. ¿Por qué los muertos no pueden ser hechos perfectos sin nosotros?

“La responsabilidad mayor que Dios ha puesto sobre nosotros en este mundo es procurar por nuestros muertos. El apóstol dice que ellos sin nosotros no pueden ser perfeccionados (Hebreos 11:40); porque es necesario que el poder de ligar esté en nuestras manos a fin de ligar a nuestros hijos y nuestros muertos para la dispensación en la que se han de cumplir las promesas que Jesucristo hizo antes de la fundación del mundo para la salvación del hombre.

“Ahora vaya referirme a ellos. Vaya ponerme de acuerdo con Pablo. Te digo Pablo, que vosotros no podéis perfeccionaros sin nosotros. Se precisa que aquello!> que han muerto antes, así como los que vendrán después, reciban la salvación junto con nosotros; y ésta es la obligación que Dios ha puesto sobre el hombre” (Enseñanzas, págs. 441-42).

(48-11) Hebreos 12:5-13. l/Porque el Señor al que ama, disciplina”

“Ningún dolor que sufrimos, ninguna prueba que pasamos es desperdiciada. Sirve para nuestra educación, para el desarrollo de cualidades tales como la paciencia, la fe, la fortaleza y la humildad. Todo lo que sufrimos y todo lo que soportamos, especialmente cuando lo hacemos pacientemente, edifica nuestro carácter, purifica nuestro corazón, ensancha nuestra alma y nos hace más tiernos y caritativos, más dignos de ser llamados hijos de Dios…y es mediante el dolor y el sufrimiento, el esfuerzo y la tribulación, que obtenemos la educación que hemos venido a adquirir y que nos hará más semejantes a nuestro Padre y Madre Celestiales…” (Orson F. Whitney, citado en Faith Precedes the Miracle, pág. 98).

(48-12) Hebreos 12-18. “…el monte que se podía palpar, y que ardía en fuego”

Pablo compara la situación de los hijos de Israel en los días de Moisés con la gente de su propia época. En la época de Moisés los hijos de Israel tenían prohi- bido por ley divina, tocar el Monte de Sinaí, bajo pena de muerte; no era así en la época de Pablo, ni lo es en la nuestra. El élder McConkie comentó:

“Ya no hay una barrera restrictiva que impida a la gente ver y comulgar con su Dios. El monte no es más Sinaí sino Sión. Y todos aquellos que han sido limpiados y perfeccionados en su alma, serán bienvenidos en el monte celestial y en la ciudad celestial, la Nueva Jerusalén, la ciudad de seres glorificados. Y allí, en el ámbito celestial, donde los santos verán y conocerán tal como únicamente lo hizo Moisés en Israel, se encontrará tal poder, demostración, esplendor y omnipotencia que los hechos de Jehová en Sinaí, incomprensiblemente gloriosos como lo fueron, no serán sino una imagen borrosa en comparación” (McConkie, DNTC, 3:229).

(48-13) Hebreos 12:23, 24. ¿Cual es “la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos”?

“Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimas Días que se entregan a la rectitud a fin de recibir las ordenanzas más altas de la exaltación, llegan a ser miembros de la congregación de los primogénitos

“”La congregación de los primogénitos está integrada por los hijos de Dios, aquellos que han sido adoptados en la familia del Señor, aquellos que están destinados a ser coherederos con Cristo en la recepción de todo lo que el Padre tiene” (McConkie, Mormon Doctrine, pág. 139).

La frase “congregación de los primogénitos” no tiene referencia alguna con el grupo apóstata que adoptó el nombre de “Iglesia del Primogénito”.

(48-14) Hebreos 12:24. ¿En qué forma lila sangre rociada….habla mejor que la de Abel”?

La sangre de Jesucristo fue derramada para una expiación por los pecados de todos los hombres. lo que Pablo tenía ‘precisamente en mente al hacer mención de Abel no es muy claro, pero debemos recordar también que la sangre de Abel fue derramada, aqunque no en expiación por el pecado. El élder McConkie ha escrito:

“¿Se está refiriendo Pablo aquí a la antigua herejía de que la sangre de Abel fue derramada para la remisión de los pecados? ¿Había perdurado esta doctrina falsa entre algunos de los hebreos de aquella época? Como primer mártir del evangelio (Gén. 4:1-10; Moisés 5:17-35), el derramamiento de la sangre de Abel había alcanzado gran significado entre los descendientes de Adán. En la época de Abraham, sin embargo, el verdadero entendimiento del sacrificio de Abel y de su martirio se había perdido y cambiado que Dios se mostró dispuesto a decir al Padre de los Fieles: ‘Mi pueblo se ha apartado de mis preceptos, y no ha guardado mis ordenanzas, las cuales di a sus padres; y no ha observado mis unciones, ni el entierro o bautismo que les he dado por mandamiento, sino que se ha apartado del mandamiento, y ha tomado sobre sí el lavamiento de los hijos, y la sangre rociada; y ha dicho que la sangre de Abel el justo fue derramada por sus pecados; y no ha sabido en qué es responsable ante los hombres’ (Versión Inspirada; traducción no oficial, Gén. 17:4-7).

“Pero cualesquiera que hayan sido los puntos de vista prevalentes de los hebreos, Pablo aquí está enseñando: ‘La sangre de Abel el justo’ (Mateo 23:35) junto ‘con la sangre inocente de todos los mártires que Juan vio bajo el altar’ (D. y C. 135:7; Apo. 6:9-11) claman al Señor pidiendo venganza contra los malvados; la sangre de Cristo, por otro lado, fue derramada como propiciación por los pecados y mediante ella los hombres tienen el poder de arrepentirse y reconciliarse con Dios. De este modo la voz de la sangre de Abel es una voz de muerte, de separación y dolor; la voz de la sangre del Señor es una voz de vida, de reunión y gozo eterno. j Ciertamente su sangre habla mejores cosas que aquella de Abe!” (McConkie, DNTC, 3:231-32).

(48-15) Hebreos 12:29. “…nuestros Dios es fuego consumidor”

El profeta José Smith enseñó que “…Dios Omnipotente habita en fuego eterno; y allí no puede ir lo que es de carne y sangre, porque el fuego consume toda corrupción. ‘Nuestro Dios es fuego consumidor’ Cuando nuestra carne sea vivificada por el Espíritu, no habrá sangre en este cuerpo. Algunos moran en mayor gloria que otros” (Smith, Enseñanzas, pág. 456).

Se ha dicho que la segunda venida del Salvador es “como fuego purificador” (Malaquías 3:3) en el cual “Todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa” ante su fuerza asoladora (Malaquías 4:1; D. Y C. 29:9). La misma “presencia del Señor será como el fuego de fundición que abrasa, y como fuego que hace hervir las aguas” (D. y C. 133:41), y todos los malvados serán consumidos y destruidos totalmente por el brillo de su venida (D. y C. 5:19). Además de tener un efecto destructivo, el fuego purificará toda cosa corruptible. Lea D. y C. 101:23-25.

(48-16) Hebreos 13:9-14. “Tenemos un altar”

El altar al que Pablo se refiere es a la mesa sacramental dispuesta por la expiación de Jesucristo, de la cual pueden participar todos los que han hecho convenio con Cristo. “Ios que sirven al tabernáculo” se refiere a los poseedores del Sacerdocio Levítico y que efectuaban ordenanzas en el antiguo tabernacúlo y templo.

PUNTOS A CONSIDERAR

USTEDES TIENEN QUE SER PROBADOS COMO LO FUE ABRAHAM

Cuando entró a mi oficina pude sentir, por causa de la expresión de su rostro, que estaba descontento. Al sentarse, sin embargo, siguió pensando en silencio durante unos minutos, suficientes como para que yo le preguntase lo inevitable: “¿Qué sucede?”

“Oh, se trata de Abraham. No, no es Abraham, Lo que quiero decir es que, se trata de Dios.”

“¿Y qué es lo que pasa con El?”

“Pues, es por la forma en que trató a Abraham.”

“¿Qué quieres decir?”

“¿No provenía Abraham de un lugar donde la gente ofrecía sacrificios humanos? ¿Y no estaba espantado por ellos?

“Si.”

“¿Y la Perla de Gran Precio no nos enseña que Abraham mismo estuvo a punto de ser una víctima propiciatoria conociendo así, personalmente, el horror de esa experiencia?”

“Si.”

“Entonces, ¿cómo pudo un Dios amoroso pedirle a Abraham que subiera al Monte Moríah para sacrificar allí a su propio hijo? No tiene sentido. ¿Realmente Dios iba a poner a prueba la fe de un hombre en esa forma?”

¿Lo haría? ¿Pondría Dios a prueba la fe de un hombre en aquella forma? Si lo hizo, ¿no pondrá también a prueba la fe de otros? ¿Probará Dios la fe de ustedes? La respuesta se encuentra en D. y C. 101:1-5. Estúdienla cuidadosamente por lo que encierra para ustedes.

Repentinamente la prueba de la fe no descansa solamente en el pasado con Abraham y con los otros grandes profetas, sino también con ustedes y con su futuro inmediato. ¿Por qué Abraham respondió en la forma en que lo hizo? ¿No sabía él que el sacrificio humano no estaba bien? Lean de nuevo en Hebreos 11:17-19.

Obviamente, Dios, que no hace nada que no sea esencial, tuvo un propósito al probar la fe de su siervo Abraham. ¿Pueden ustedes desarrollar la clase de fe que él tuvo, para que la misma les ayude a enfrentar los desafíos de su propio “monte Moríah?” Pablo sintió que sí, que ustedes pueden. Así, en el curso de su tratado sobre la fe, él tiene más que decir en cuanto a Abraham que de cualquier otro profeta. Parece evidente que él quería que los santos, antiguos y modernos, desarrollaran esa clase de fe.

(48-17) La palabra Fe puede describir fenómenos diferentes pero relacionados

La palabra fe es usada en las Escrituras para describir ciertos número de fenómenos diferentes aunque íntimamente relacionados. Fe, usada en un pasaje de las Escrituras, tal vez no signifique lo mismo que cuando se usa en otro. A menudo es necesario decidir, según el contexto en el cual aparece el pasaje, qué es lo que el escritor ha querido decir al usar el vocablo fe.

(48-18) La fe en desarrollo es creencia activa, lo cual es más que una simple creencia

“Creencia, Fe y Conocimiento. —Suelen considerarse sinónimas las palabras fe y creencia; sin embargo, cada cual tiene un significado particular, aunque las dos palabras se usan sin distinción en muchos pasajes de las Escrituras. La creencia, en uno de sus significados aceptados, puede ser meramente un asentimiento y conformidad intelectual, al paso que la fe implica esa confianza y convicción que impele a la acción. La creencia es, en un sentido, pasiva: un consentimiento o aceptación solamente; la fe es activa y positiva: comprende esa seguridad y confianza que provoca a obrar. Fe en Cristo abarca la creencia en él l combinada con la confianza en él. Uno no puede tener fe sin creer; sin embargo, puede creer y aun así, carecer de fe. Fe es creencia vivificada, activa y viva” (Los Artículos de Fe, Talmage, 105-106).

(48-19) La fe es un principio de acción y de seguridad

“El autor de la epístola a los Hebreos, en el capítulo undécimo de esa epístola y en el versículo primero, da la siguiente definición de la palabra fe:

“’Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve:

“En esto aprendemos que la fe es la seguridad que tienen los hombres en cuanto a la existencia de cosas que no han visto y el principio de acción en todos los seres inteligentes” (Lectures on Faith, primer sermón, vers. 7-9).

(48-20) La fe plenamente desarrollada es poder

“…La fe no es solamente el principio de la acción, sino del poder también, en todos los seres inteligentes, sea en el cielo o en la tierra. Así lo dice el autor de la epístola a los Hebreos.

“’Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.’

“Por esto entendemos que el principio de poder que existió en el seno de Dios, mediante el cual los mundos fueron constituidos, fue la fe; y que es en razón de este principio de poder que existe en Dios, que existen todas las cosas que fueron creadas; de manera que todas las cosas en el cielo, en la tierra, o bajo la tierra existen en razón de la fe, tal como ella existió en El.

“La fe, entonces, es el gran principio gobernante que tiene poder, dominio y autoridad sobre todas las cosas; por ella existen, por ella son sostenidas, por ella son cambiadas o por ella permanecen conforme a la voluntad de Dios. Sin ella no hay poder y sin poder no podría haber creación ni existencia” (Lectures on Faith, primer sermón, vers. 13-15, 24).

¿Ven cómo uno crece en fe? Al principio, la fe tal vez no sea más que una creencia, pero a medida que el individuo actúa sobre esa creencia la misma se transforma en una confianza plena y positiva en Jesucristo. Consideren la ilustración siguiente: un maestro preguntó cierta vez a sus alumnos esta pregunta de tipo directo, como parte de una prueba que había que contestar con “Verdad o Falso”: “El primer principio del evangelio es la fe. ¿Verdad o falso?”

La respuesta es “falso”. El primer principio del evangelio es fe en el Señor Jesucristo.

Es un principio esencial y sumamente importante. ¿Por qué? Para averiguarlo leamos en Hechos 4:12.

¿Se dan cuenta de que solamente la fe en Cristo acarrea la vida eterna? La fe en cualquier otra cosa o ser no puede hacerlo. ¿Por qué? Nuevamente la respuesta se encuentra en las Escrituras. Leamos en Eter 12:4.

¿Notaron en esta lectura que el que cree en Dios (esto es, el que ejerce su fe) tiene en su alma una esperanza firme de “un mundo mejor, sí, un lugar a la diestra de Dios”? Esta esperanza a la vez viene a ser un “ancla a las almas de los hombres”. Como resultado, su fe es fortalecida y abundan las buenas obras. De este modo los hombres aprenden a dirigirse a Dios con confianza y seguridad. Tienen lo que Pablo llama “…la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).

Pero hay otro nivel superior de fe. Pablo lo menciona en estas palabras: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios…” (Hebreos 11:3) José Smith habló sobre este mismo tema como recién leyeron (véase 48-20).

¿Qué quiso decir con eso? Esta clase de fe es la habilidad de obrar mediante el Espíritu Santo, obrar para Dios bajo inspiración, producir literalmente milagros por el poder de Dios. Esto es lo que el Señor debe haber tenido en su mente cuando dijo que había creado mundos innumerables “por la palabra de mi poder” (Moisés 1:32.) Ampliando esto, José Smith explicó: “Dios habló, el caos lo oyó, y los mundos fueron ordenados en razón de la fe que había en El” (Lectures on Faith, vers. 22).

Ustedes también pueden aprender a tener esta clase de fe. José Smith enseñó que el hombre, a medida que se apega a las normas del evangelio, puede obtener poder para obrar en el ámbito del espíritu. El Profeta escribió:

“Josué habló y las grandes luminarias que Dios había creado quedaron quietas. Elías el profeta ordenó y los cielos se cerraron por el espacio de tres años y seis meses, de forma que no llovió; de nuevo mandó y los cielos produjeron lluvia. Todo esto fue hecho mediante la fe. Y el Salvador dice ‘si tuviereis fe como un grano de mostaza diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; o diréis a aquel árbol…arráncate y plántate en medio de la mar y os obedecerá’. La fe, entonces, obra mediante palabras; y con éstas sus obras más grandes han sido y serán realizadas” (Lectures on Faith, séptimo sermón, vs. 3).

Al desarrollar fe en Cristo ustedes también desarrollarán sus facultades espirituales, así como otros lo han hecho antes. Eso es lo que Pablo estaba diciendo a los santos hebreos y realmente es así. Todo hombre de fe sabe que es así.

Podemos hacer un diagrama de nuestra comprensión actual del principio de la fe en la forma siguiente:

    Principio de poder en

    La habilidad de obrar con y mediante el Espíritu Santo.

   Seguridad de Cristo

   Testimonio del Espíritu Santo añadido a la fe.

  Fe en Cristo

  Compromiso de obedecer sus mandamientos.

Creencia activa

Compromiso y acción en respuesta a la creencia.

Creencia

Nivel más simple en el cual todos comienzan.

(48-21) Es por medio de la fe, no del conocimiento, que se alcanza la salvación

Se relata que durante una epidemia de cólera en una ciudad grande, un científico probó por medio de experimentos químicos y microscópicos, a satisfacción de él. que el abastecimiento de agua potable estaba infectado, y que por ese medio se estaba propagando la plaga. Proclamó el hecho por toda la ciudad, y advirtió a todos que no usaran agua sin hervir. Muchos de los habitantes, aunque sin poder comprender sus métodos de investigación, y mucho menos repetirlos ellos mismos, tuvieron fe en sus palabras de amonestación, obedecieron sus instrucciones y se libraron de la muerte a la cual sucumbieron sus descuidados e incrédulos vecinos. Su fe tuvo el poder para salvarlos. En cuanto al científico, la verdad mediante la cual se habían salvado tantas vidas era para 31 cuestión de conocimiento. El efectivamente había percibido, por medio del microscopio, pruebas de la existencia de microbios mortíferos en el agua; había demostrado su virulencia; sabía de qué hablaba. No obstante, en un momento de descuido bebió del agua que no había sido hervida, y poco después murió, víctima de la plaga. Su conocimiento no lo salvó a pesar de ser convincente; sin embargo, otros que sólo dependían de la confianza o fe que tenían en la verdad que él había proclamado, se escaparon de la inminente destrucción. El científico tenía conocimiento, pero ¿fué prudente? Conocimiento es para la sabiduría lo que creencia es para la fe: uno es un principio abstracto; el otro, una aplicación viviente. El meramente poseer conocimiento no constituye la sabiduría, sino el uso adecuado de él” (Talmage, Artículos de Fe, págs. 108-109).

(48-22) Mediante la fe obramos con el Espíritu y a a través de El para realizar la voluntad de Dios

Se cuenta la historia de cierto presidente de distrito que era un hombre de gran fe. Fue llamado al hospital para bendecir a una niñita que había nacido con un defecto en el diafragma. Los médicos pensaban que no había forma en la que ella pudiera sobrevivir. Cuando el presidente llegó con su compañero, pusieron las manos sobre la cabeza de la niña y, bajo inspiración, prometieron que no solamente viviría sino que llegaría a ser una madre en Israel. La madre que cuenta la historia dice que después que la bendición finalizó, se produjo un cambio casi instantáneo en la criatura, como si alguien hubiera puesto una manta sobre el cuerpo de ella. El color cambió de azul a rosado. A los pocos días la niñita fue dada de alta y tenía entonces un diafragma completamente normal. Aquella niñita es hoy día una madre en Sión (Basado en una experiencia personal.)

LA FE QUE CADA UNO DE USTEDES POSEE ES LA FUENTE DE PODER PARA OBTENER LA VIDA ETERNA Y LA EXALTACION

La historia que recién han leído acerca de este presidente de distrito, es verdadera. ¿Pueden imaginar los sentimientos de aquella madre hacia el Señor y su siervo que, bajo su inspiración y actuando en el poder de Dios, habló las palabras de fe mediante las cuales la niña fue sanada? En otro momento, en otra forma, y con suficiente fe, ustedes también podrían actuar y salvar una vida. Tal vez no sea en forma física. Tal vez las palabras de fe de ustedes puedan aliviar un corazón quebrantado o un espíritu rebelde. Pero si están preparados, encontrarán que hablarán y sanarán y servirán bajo inspiración y por el poder del Dios viviente. Eso es fe.

Una vez que tengan el entendimiento de lo que es la fe y lo que ella puede hacer en la vida de aquellos que la poseen, estarán listos a considerar la relación personal de ustedes con ella. “¿Cómo puedo desarrollar fe en Cristo en mi vida?” Algunos se sienten sobrecogidos por la perspectiva y vacilan en comenzar. “No podré nunca ejercer la clase de fe que tuvo Abraham, o Noé, o Enoc.” Recuerden que cada uno de nosotros tiene que comenzar en alguna parte y en algún momento. ¿Por qué no comenzar desde donde están ahora? De hecho, el nivel en el cual ustedes se hallan es un nivel excelente para comenzar, si es que están dispuestos a comenzar la búsqueda. El camino no es complicado. El profeta Alma explicó los pasos necesarios muy claramente. Busquen en Alma 32:26-28, 33. ¿Notaron la manera en que Alma dijo que aun el deseo de creer conformaba una partícula de fe? ¿Pero qué cosa deberían desear creer? Para encontrar una respuesta busquen en Alma 33:14. ¿Cuál es la semilla que deberían plantar? Comparen su respuesta con la de Alma en el versículo 23.

¿Pueden ver que un ejemplo de la semilla es el testimonio de los profetas, antiguos y modernos, de que Jesús es el Cristo? Pero ustedes podrían preguntar: ¿Cómo puedo hacer que el testimonio de ellos crezca en mí hasta llegar a desarrollar la clase de fe que me gustaría tener? Alma tiene la respuesta. Lean en Alma 32:37. ¿Cómo nutren la semilla con gran cuidado? Lean el versículo 41 para encontrar la respuesta.

¿Notaron las cuatro cosas que son su responsabilidad? ¿No es interesante que Alma mencione que la semilla es alimentada por la fe, esto es, por la sencilla clase de fe llamada creencia activa? Luego recalca la diligencia, acompañada por la paciencia y, finalmente, habla de “mirar adelante”, lo cual nosotros llamamos esperanza. Si quieren mayor fe, su tarea es hacer aquellas cosas que la nutran. La fe es un don de Dios. (Véase Moroni 10:11.) Es responsabilidad de Dios dar aumento. Esa es la razón por la que la paciencia y la diligencia son tan importantes. A medida que se esfuercen con toda diligencia para servir desde cualquier nivel de fe que posean, esperando pacientemente en el Señor, El proveerá el crecimiento o desarrollo; entonces sentirán que su fe crece y que les acarrea gran gozo a medida que sirven al Señor y Dios. La forma en la que ustedes pueden lograr los tremendos poderes de la fe es clara y sencilla. Todo lo que necesitan lo poseen.