“¿Qué pasa si Dios se preocupa por el partido y no solo por el equipo?”, Liahona, diciembre de 2023.
¿Qué pasa si Dios se preocupa por el partido y no solo por el equipo?
“La Iglesia de Jesucristo tiene el compromiso de servir a los necesitados y también el compromiso de colaborar con los demás en ese empeño”1.
Ilustraciones por Jarom Vogel
Los deportes pueden ser muy parecidos a la religión (algunos dirían que son una religión): engendran sentimientos fuertes; exigen devoción; proporcionan espacios de reconfortante sentido de comunidad.
Al igual que los equipos deportivos, las religiones del mundo tienen sus propios nombres e iconografía. Se puede distinguir a un sacerdote católico de un rabino judío, de un imán musulmán y de un misionero Santo de los Últimos Días. Las personas religiosas muestran devoción de diversas maneras: frecuentamos casas de adoración; sostenemos económicamente a nuestras congregaciones; observamos las festividades religiosas; servimos al prójimo; servimos en misiones.
Y como sucede en los deportes, las personas de fe a veces permiten que las diferencias las cieguen en cuanto a lo que comparten en común con los demás. Esa manera de actuar destruye los puentes hacia lo bueno que solo podemos tender al unirnos para ayudarnos unos a otros y bendecir al mundo.
El género humano colectivamente —cuando se centra en hacer el bien— se asemeja a las manos con manoplas [guantes sin separaciones para los dedos] en una mañana con temperaturas bajo cero: los dedos juntos conservan el calor. Una comunidad dedicada a causas dignas vivifica el alma.
El partido y el equipo
El rabino Lord Jonathan Sacks (1948–2020), quien fue un gran rabino del Reino Unido, habló sobre una vez en que asistió a un partido de fútbol en el Estadio Highbury (sede del Arsenal) con el arzobispo de Canterbury. El Arsenal jugaba contra el Manchester United. Después de que el locutor mencionara la presencia de los líderes religiosos, el rabino Sacks dijo: “Se podía oír cómo se propagaba el rumor en el estadio de que esa noche, sin importar cuál fuera la camiseta teológica de preferencia, de una forma u otra, los del Arsenal tenían amigos en las altas esferas; no podían perder.
“Esa noche”, agregó él, “el Arsenal sufrió su peor derrota como equipo local en sesenta y tres años”.
Al día siguiente, un periódico británico publicó un artículo que decía, sin duda en broma, que si la presencia de aquellos dos prominentes líderes religiosos no podía asegurar la victoria para el Arsenal, entonces “¿no demuestra finalmente esto que Dios no existe?”. A lo que el rabino Sacks respondió: “Demuestra que Dios existe. Es solo que apoya al Manchester United”.
El rabino Sacks dijo que esa divertida anécdota contiene la semilla de una concienzuda reflexión sobre la importancia de la armonía interreligiosa y mundial. “¿Qué pasa si Dios no solo está de mi lado, sino también del otro?”, preguntó él. “¿Qué pasa si Dios se preocupa por el partido y no solo por el equipo? […]. Nuestra humanidad en común tiene precedencia por encima de nuestras diferencias religiosas”2.
El juego de la vida podría describirse con estas palabras que el presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) dijo a un periodista: “Es la antigua batalla eterna […]. Las fuerzas del mal contra las fuerzas del bien”3. Como seguidores de Jesucristo, estamos del lado del Salvador, “que anduvo haciendo bienes” (Hechos 10:38) y comparte la luz del sol y la lluvia con todos (véase Mateo 5:45).
Aunque a veces debemos diferenciarnos y asirnos a nuestra doctrina distintiva, hacer el bien puede lograrse sin transigir en nuestras creencias. Lograremos un mejor impacto al unirnos a otras personas de buena voluntad y con objetivos en común. Eso quizás se vuelve más evidente luego de desastres naturales y otras crisis, las cuales nos unen de maneras singulares. Tal como ha dicho la directora de Servicios Humanitarios de la Iglesia, Sharon Eubank: “En tanto los [Estados Unidos] se polarizan y las personas se dividen en grupos, creo que una de las grandes lecciones que pueden aprenderse —si es que acaso las catástrofes tienen algún lado positivo— es que […] podemos dejar de lado la política y encontrar puntos en común para edificar de nuevo nuestras comunidades”4.
Relacionarse con otras personas y aprender de ellas es el resultado natural de ser nutridos por las enseñanzas de Jesucristo y compartirlas. Jesús nos enseña a amar al prójimo y a estar unidos; Él no se sentía amenazado por el bien que hacían otros grupos de personas.
No estamos en competencia con los demás. La fe y bondad de ellos pueden fortalecer la nuestra y juntos podemos hacer más bien del que podemos hacer separados.
Los siguientes cuatro ejemplos muestran cómo los miembros y líderes de la Iglesia de Jesucristo viven con la mente y el corazón abiertos a los demás, haciendo el bien tanto por ellos como con ellos.
Debido a obras de construcción, más de 2000 musulmanes de Ghana no tenían dónde celebrar sus festividades religiosas en 2022. Los líderes de la Estaca Takoradi, Ghana, les permiten adorar en los jardines del centro de estaca. Arriba: El hermano Emmanuel Botwe (izquierda) ayudó a coordinar todo entre los dos grupos.
Ayudar a los musulmanes a adorar en Ghana
José Smith habló del valor de recibir a extranjeros y religiosos, prometiéndoles un oído que escucha, cuando dijo: “Tendrán mi púlpito todo el día”5.
Esa bendita tradición continúa hoy en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Consideren, por ejemplo, a los generosos santos de Ghana. Debido a obras de construcción, más de 2000 musulmanes de Ghana no tenían dónde celebrar sus festividades religiosas en 2022. En abril de ese año, los Santos de los Últimos Días permitieron amablemente que 2000 seguidores del islam utilizaran el centro de la Estaca Takoradi, Ghana, para las comidas y oraciones del Ramadán. Dos meses después, los líderes Santos de los Últimos Días recibieron al grupo para celebrar la festividad de Eid al-Adha. Esas fiestas son dos de las mayores festividades del islam6.
Nuestros amigos musulmanes estaban agradecidos. “Todos somos hermanos y hermanas. Todos tenemos el mismo legado”, dijo el imán principal de los musulmanes locales, Alhaji Mohammad Awal, haciendo alusión a los hijos de Abraham: Ismael e Isaac7.
Emmanuel Botwe, llamado como líder de comunicaciones en la Estaca Takoradi, Ghana, dijo que ha establecido relaciones con otras religiones de la región desde 2018. Los ha invitado a jugar al fútbol y a asistir a un simposio religioso, a conferencias de estaca y a la dedicación de un nuevo centro de reuniones.
“Todos tenemos que respetarnos y cuidarnos los unos a los otros, independientemente de nuestras diferencias”, dijo el hermano Botwe. “Eso me ha llevado a tender una mano, especialmente, a nuestros hermanos musulmanes”. Los musulmanes constituyen solo el diecinueve por ciento de la población de Ghana, que es un país predominantemente cristiano. “Todos somos hijos e hijas de nuestro Padre, así que tenemos que considerarnos iguales a ellos”, continuó él.
El acto de servicio del hermano Botwe equilibra la bondad con los preceptos. Tradicionalmente, los musulmanes celebran Eid al-Adha sacrificando algún animal como un carnero o una cabra macho. Lo hacen en memoria de que Dios permitió que Abraham sacrificara un carnero en lugar de su hijo.
“Les dijimos [a nuestros amigos musulmanes] que no es posible que maten el carnero en los terrenos de la Iglesia. Explicamos nuestra creencia de que el sacrificio final lo ha hecho el Todopoderoso; y ellos respetaron nuestros deseos”, dijo el hermano Botwe. “Después del servicio, se trasladaron a una mezquita, donde el imán principal realizó el sacrificio”.
Por la bondad del hermano Botwe, el imán principal le obsequió parte de la carne del carnero. El hermano Botwe aceptó amablemente.
“Cuando se empieza por respetar sus valores y creencias, al respetarlos por quiénes son y no condenarlos, ni menospreciarlos, aunque no estemos de acuerdo con ellos, habrá respeto mutuo”, dijo el hermano Botwe.
Los Santos de los Últimos Días se unieron a otros grupos cristianos en Boston, Massachusetts, para donar alimentos a los necesitados
Alimentar a quienes sufren hambre en Boston
Los Santos de los Últimos Días de Massachusetts, EE. UU., han trabajado con la iglesia Azusa Christian Community y Cáritas, de la iglesia católica, para entregar alimentos a los pobres de Boston, Malden y Springfield. En noviembre de 2022, la Iglesia donó tres mil pavos congelados y cuarenta toneladas de alimentos no perecederos.
El 19 de noviembre llegaron a Boston tres camiones semirremolque con alimentos provenientes del Almacén Central del Obispo, en Salt Lake City. Se entregaron mil pavos a Cáritas de Boston, de la iglesia católica, para ayudarlos a distribuir mil cuatrocientas cenas de festividad de Acción de Gracias a las familias del vecindario Dorchester de la ciudad. Los otros dos mil pavos, junto con las cuarenta toneladas de alimentos, se descargaron en un centro de reuniones de los Santos de los Últimos Días en Newton, EE. UU. Y luego llegaron los voluntarios —unas cuatrocientas personas—, que pasaron el sábado descargando provisiones y reenvasándolas para preparar dos mil paquetes de alimentos.
Dos de esos voluntarios, Charles Inouye y su hijo, Kan, ayudaron a llevar carros con largas mesas plegables y armarlas en el estacionamiento del centro de reuniones. Kan ayudó a abrir y apilar las cajas de cartón. Su papá trabajó con el montacargas.
“Jesús enseñó que el sol brilla sobre todos y que la lluvia cae sobre los justos y los injustos”, dijo el hermano Inouye. “Últimamente he estado pensando mucho en lo que significa ‘sed, pues, vosotros perfectos’ [Mateo 5:48]. ¿Podemos ser como el sol y la lluvia, dando de manera perfecta a todos, en todo lugar y en todo momento?”.
El reverendo Eugene Rivers, que dirige la iglesia Azusa Christian Community, visitó Newton esa mañana. Dijo que las personas de fe y buena voluntad que se unen en buenas causas son la “última y mayor esperanza” de la sociedad para evitar que nos hundamos en una división más profunda.
“A menos que las comunidades religiosas trabajen unas con otras de un modo más activo, el futuro de este país no es nada prometedor”, dijo el reverendo Rivers.
Que los grupos religiosos se unan como lo hacen en Boston es, dijo el reverendo Rivers, una solución cristiana, sabia y eficaz, y la “única alternativa prometedora que tiene nuestro país” para lograr la unidad y la integración.
Los Santos de los Últimos Días de Memphis, Tennessee, EE. UU., colaboran con la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) para ayudar a madres y bebés, y para reducir los índices de mortalidad infantil
Ayudar a las madres de Memphis
En Tennessee, EE. UU., algunos Santos de los Últimos Días se han sumado a los hermanos y hermanas de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color para ayudar a las madres y a sus bebés a prosperar en una zona que tiene una de las tasas de mortalidad infantil más altas de los Estados Unidos. Esa labor contribuye a concretar la perspectiva que el presidente Russell M. Nelson expuso en 2021 en cuanto a las dos organizaciones unidas en el servicio a la comunidad8.
En noviembre de 2022, cuatro miembros de la familia Dudley, de la Estaca Memphis, Tennessee, se reunieron con varias decenas de personas en la filial de la NAACP de Memphis para repartir volantes sobre un programa de cursos destinados a ayudar a las madres primerizas y a las futuras madres a atender mejor a sus hijos.
“Tuvimos la oportunidad de llamar a la puerta de una mujer que está embarazada en este momento”, dijo Marc Allan Dudley, quien repartía folletos con su esposa, Sonya, y dos de sus hijas. “Se le iluminaron los ojos y estaba agradecida por el programa […]. La gente está contenta de que alguien se dé cuenta de que hay un problema y de que haya alguien que haga algo al respecto.
“Esta labor en conjunto es ordenada por Dios e inspirada por Dios”, dijo Van Turner, presidente de la filial de la NAACP de Memphis. “Me alegra mucho que esto suceda en un momento tan crucial para nuestra ciudad. Afrontamos dificultades concernientes a la inseguridad, a las personas sin techo y a la pobreza. [Es crucial tratar] la cuestión desde los inicios de la vida, cuando los niños están en el vientre materno, y tratar de garantizar que reciban los cuidados adecuados mientras están en el vientre [y luego] nazcan y sobrevivan, y estén sanos. Cuando eso sucede, han logrado dar un gran primer paso en la vida”9.
La Iglesia ha colocado máquinas de donativos de Ilumina el Mundo en veintiocho ciudades para dar a las personas la oportunidad de comprar alimentos, agua, pagar atención médica, camas y otros suministros para los necesitados.
Iluminar el mundo mediante máquinas de donativos
Desde 2017, la Iglesia ha proporcionado máquinas expendedoras cuyo fin principal es dar (a las que se llama “máquinas de donativos Ilumina el mundo”) como una manera singular de que las personas realicen donativos para ayudar a los necesitados. En 2022, estas máquinas se usaron en veintiocho lugares, desde Manila hasta la Ciudad de México. Los participantes pueden comprar artículos para otras personas, tales como alimentos, vacunas, camas, agua potable y ganado. Los donativos se entregan a las organizaciones benéficas locales y mundiales de la Iglesia.
Jenny Doan, Santo de los Últimos Días, hizo un acolchado (edredón) especial para recaudar dinero para las máquinas de donativos de su área. “Creo que [estas máquinas] son muy especiales porque no solo ayudan a nivel local, aunque eso es importante”, dijo la hermana Doan. “Puedes donar una cabra a alguna familia que necesite una cabra; no son cosas que puedan envolverse y colocarse en una caja, pero por este medio tenemos la oportunidad de hacerlo, y ese tipo de cosas cambian la vida de las personas”10.
Tiffany Bird, una Santo de los Últimos Días de Atlanta, Georgia, EE. UU., dijo que las máquinas de donativos son una “manera singular de ayudar a mis hijos a experimentar el acto de dar a los demás. Al ver los productos en las máquinas, se dan cuenta de que hay familias y niños a su alrededor que no tienen [cubiertas las] necesidades básicas diarias. Y esta es la oportunidad de que hagan algo al respecto”11.
En la Conferencia General de octubre de 2022, el presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia, citó la enseñanza del élder Orson F. Whitney de que “Dios utiliza a más de un grupo de personas para llevar a cabo Su obra grande y maravillosa […]. Es demasiado grande, demasiado difícil, para un solo pueblo”. Luego, el presidente Oaks nos exhortó a “estar más al tanto del servicio que prestan otras personas y apreciarlo más”12.
Como dijo el rabino Sacks, se trata del partido y no solo del equipo. Santos de los Últimos Días o no, todos estamos juntos en esto.