2023
Ministrando con amor
Diciembre de 2023


Mensaje del Área

Ministrar con amor

“Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen”. –Juan 10:14

Cuán agradecida me siento porque Cristo es el Buen Pastor. Él es mi pastor, me conoce y estoy bajo Su cuidado, pero Cristo también necesita de nosotros para ayudar en el cuidado y la ministración de Sus ovejas. Ministrar significa amar y servir a los demás como lo hizo el Salvador.

Mientras servía como presidenta de la Primaria de estaca, con mis consejeras de la presidencia sentimos el deseo de ministrar a los niños y a sus familias en sus hogares para cuidar de las ovejitas del Señor e invitarlas, de manera inspirada, a hacer convenios con Dios. Para realizar estas visitas, nos acompañaba un miembro de la presidencia de la Primaria de la unidad que se visitaba.

Un domingo fuimos a visitar a varias familias menos activas que tenían niños que aún no habían sido bautizados. Llegamos al hogar de la hermana Janeth. Ella y sus seis hijos nos recibieron con mucho amor y alegría, aún recuerdo su bella sonrisa. Nos sentimos inspiradas a invitarla a volver a la actividad en la Iglesia de Jesucristo, para que ayudara a sus hijos a efectuar convenios con Dios por medio de las ordenanzas del bautismo y de la confirmación.

Los visitamos nuevamente y, con mucho gozo en mi corazón y gratitud a mi Padre Celestial por haber magnificado nuestros sinceros esfuerzos, supe que la hermana Janeth, con mucha fe, comenzó a asistir a las reuniones de la Iglesia y a participar de la Santa Cena con todos sus hijos. Luego, con el amor y la ministración de los líderes de la unidad, dos de sus hijos en edad de bautismo fueron bautizados e hicieron convenios con Dios.

En la actualidad, la hermana Janeth y sus seis hijos continúan participando en las reuniones de la Iglesia y caminando seguros por la senda de los convenios de Dios.

Es posible que mientras servimos en algún llamamiento en la Iglesia o como hermanos o hermanas ministrantes sintamos que nuestros esfuerzos son pequeños, pero no es así. Testifico que confiar en el poder del Buen Pastor, Jesucristo, nos ayudará para que nuestra ministración amorosa y sincera brinde consuelo, gozo, ablande mentes y corazones y, en el tiempo del Señor, cambie vidas.

Como aprendemos en el Manual General, sección 21.0: “La ministración es una manera importante en la que guardamos los mandamientos de amar a Dios y a nuestro prójimo (véase Mateo 22:36–40)”.

Ruego que el Espíritu Santo les muestre y los guie respecto a las cosas que el Salvador desea que ustedes hagan mientras ministran a Sus ovejas, buscando el beneficio de sus almas. El Buen Pastor los ayudará y caminará a su lado mientras trabajan en Su obra. Testifico que Jesucristo vive y que Él ama y cuida a cada uno de Sus hijos. En el nombre de Jesucristo. Amén.