Seminario
Lección 28: Génesis 22


Lección 28

Génesis 22

Introducción

La fe de Abraham en el Señor y en Sus promesas se puso a prueba cuando se le mandó sacrificar a su hijo del convenio, Isaac. Cuando Abraham probó su fidelidad, el Señor le preservó la vida a Isaac y proporcionó un sustituto para el sacrificio. Entonces, el Señor confirmó el convenio que ya había hecho con Abraham.

Sugerencias para la enseñanza

Génesis 22:1–2

Se manda a Abraham sacrificar a su hijo Isaac

Invite a un alumno a leer en voz alta Génesis 22:1–2, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor le mandó a Abraham que hiciera. Utilice la nota al pie a en el versículo 1 para ayudar a los alumnos a entender que la frase puso a prueba según se utiliza en el versículo 1 significa “disciplinar” o “probar”. (Quizás deba explicar que, aunque Abraham tenía otro hijo, Ismael, Isaac era el único hijo nacido a Sara, y el hijo con el cual el Señor había prometido que haría Su convenio.)

  • ¿Qué le mandó el Señor a Abraham que hiciera? (Que ofreciera a Isaac como holocausto.)

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stone altar

Dibuje un altar en la pizarra. Recuerde a los alumnos que después de que Adán y Eva fueron echados del Jardín de Edén, el Señor les mandó que ofrecieran como sacrificios las primicias de sus rebaños. Esos sacrificios consistían en matar a un animal macho, primogénito e inmaculado sin huesos rotos, colocarlo encima de madera sobre un altar, y después quemarlo, para demostrar a Dios de forma simbólica nuestra disposición a darle todo a Él.

  • ¿Qué palabras o frases en el versículo 2 nos ayudan a entender lo difícil que debió haber sido ese mandamiento para Abraham?

  • ¿Qué promesas le había hecho el Señor a Abraham que habrían hecho que el sacrificar a su hijo fuera una prueba de fe aún más difícil de lo que ya lo era? (El Señor había prometido que por medio de Isaac, Abraham llegaría ser el padre de muchas naciones y que Él establecería Su convenio con Isaac [véase Génesis 17:15–21].)

Destaque que, además de las promesas que Abraham había recibido anteriormente, el mandamiento de ofrecer a su hijo como sacrificio humano podía haber sido especialmente difícil porque el mismo Abraham casi fue ofrecido como sacrificio humano a dioses falsos, pero el Señor lo salvó (véase Abraham 1:7, 15).

Génesis 22:3–14

El Señor preserva la vida de Isaac y proporciona un sustituto para el sacrificio

Muestre la lámina Abraham lleva a Isaac para ser sacrificado (Las Bellas Artes del Evangelio, 2009, Nº 9; véase también LDS.org). Pida a un alumno que lea Génesis 22:3 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar cómo respondió Abraham al mandamiento del Señor.

  • ¿Qué les llama la atención de la respuesta de Abraham?

  • ¿Qué aprendemos sobre Abraham debido a su respuesta a este mandamiento descorazonador?

Invite a un alumno a leer en voz alta Génesis 22:4–8, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que Isaac le preguntó a su padre. Invítelos a dar un informe de lo que encuentren.

  • ¿Cómo respondió Abraham a Isaac?

Invite a un alumno a leer en voz alta Génesis 22:9–10, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que hizo Abraham cuando llegaron a la tierra de Moriah.

  • ¿Por qué piensan que Abraham estaba dispuesto a obedecer el mandamiento de sacrificar a su hijo Isaac? (Una respuesta podría ser que Abraham obedeció porque conocía a Dios y confiaba en Él y en Su voluntad.)

Pida a un alumno que lea en voz alta Génesis 22:11–12, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver lo que sucedió después.

  • ¿Cómo piensan que se debieron sentir Abraham e Isaac después de recibir ese mensaje?

  • Mediante su disposición a sacrificar a Isaac, ¿qué había demostrado Abraham en cuanto a sus sentimientos hacia Dios?

Explique que el élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó que, aunque “la palabra temor generalmente se interpreta como ‘respeto’, ‘reverencia’ o ‘amor’”, también debemos “amarle y reverenciarle hasta el punto de temer hacer algo que sea malo a Sus ojos” (“La percepción de lo sagrado”, [Charla fogonera para jóvenes adultos del Sistema Educativo de la Iglesia, 7 de noviembre de 2004], pág. 7; LDS.org). Si lo desea, sugiera a los alumnos que anoten esa explicación en su ejemplar de las Escrituras.

  • ¿Qué aprendemos de la experiencia de Abraham y de Isaac en cuanto a lo que podemos hacer para demostrar al Señor que le amamos? (Los alumnos podrían describir algo parecido al siguiente principio: Cuando estamos dispuestos a hacer lo que el Señor nos manda, mostramos nuestra reverencia y nuestro amor por Él.)

Pida a los alumnos que piensen en algunos mandamientos del Señor. Pida a cada alumno que vaya a la pizarra y escriba uno o dos mandamientos encima del dibujo del altar. Tal vez desee añadir algunos mandamientos a la lista, dependiendo de las necesidades de su clase (como leer las Escrituras a diario, participar de la Santa Cena semanalmente, compartir el Evangelio o guardar la ley de castidad).

  • ¿Cómo nuestra disposición a obedecer esos mandamientos le demuestra al Señor que le amamos?

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles. Pida a la clase que preste atención para saber por qué es importante que obedezcamos a Dios por propia voluntad.

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Élder Neal A. Maxwell

“La sumisión de nuestra voluntad es la única cosa exclusivamente personal que tenemos para colocar sobre el altar de Dios; todo lo demás que le ‘damos’, hermanos y hermanas, es, en realidad, lo que Él nos ha dado o prestado a nosotros. Pero cuando nos sometemos dejando que nuestra voluntad sea absorbida en la voluntad de Dios, entonces, verdaderamente le estamos dando algo” (véase “…Absorbida en la voluntad del Padre”, Liahona, enero de 1996, pág. 25).

Haga referencia a la lista de mandamientos en la pizarra y pida a los alumnos que contesten las siguientes preguntas en su cuaderno de clase o en su diario de estudio de las Escrituras:

  • ¿Qué mandamientos del Señor obedeces de voluntad propia?

  • ¿Qué mandamientos podrías comenzar a obedecer o a obedecer más voluntariamente para demostrar tu amor por el Señor?

Si lo desea, invite a algunos alumnos a compartir lo que escribieron. Aliente a los alumnos a orar para pedir ayuda para obedecer al Señor de voluntad propia.

Muestre la lámina La Crucifixión (Las Bellas Artes del Evangelio, 2009, Nº 57; véase también LDS.org). Podría escribir la siguiente verdad en la pizarra: El sacrificio que hizo Abraham de Isaac es una sombra del sacrificio que el Padre Celestial hizo de Jesucristo. Explique que una sombra es un símbolo que predice un acontecimiento futuro. Al explorar los detalles de una sombra, podemos aprender más del acontecimiento que pretende predecir.

Invite a los alumnos a revisar Génesis 22:1–12 con un compañero. Pídales que busquen detalles en los versículos que muestren similitudes entre el sacrificio que iba a hacer Abraham de Isaac, y el sacrificio que hizo el Padre Celestial de Jesucristo. Podría sugerir que marquen las similitudes en sus ejemplares de las Escrituras, o podría pedirles que escriban lo que descubran en una hoja de papel. Quizás les sea útil organizar lo que encuentren en una tabla como la que se encuentra a continuación. Se han ofrecido algunos ejemplos.

El sacrificio que hizo Abraham de Isaac

El sacrificio que hizo el Padre Celestial de Jesucristo

Isaac se había de sacrificar en lugar de un cordero

Por propia voluntad, Abraham

Isaac llevó

Jesucristo era el Cordero de Dios que fue sacrificado por nuestros pecados

Por propia voluntad, el Padre Celestial

Jesucristo llevó

Después de que los alumnos hayan completado su búsqueda, pídales que expliquen a la clase lo que descubrieron. Si lo desea, explique las siguientes similitudes adicionales: En la tierra de Moriah (véase Génesis 22:2) donde Isaac debía ofrecerse como sacrificio, se encontraban los lugares que más tarde se llamarían Getsemaní y Gólgota, donde Jesucristo sufriría y sería crucificado casi 2.000 años más tarde. El nombre de Abraham significa “padre de las multitudes”, que es un paralelo del Padre Celestial, que es el Padre de todos Sus hijos, procreados en espíritu.

  • ¿Qué nos puede enseñar el sacrificio que Abraham iba a hacer de Isaac en cuanto al sacrificio que el Padre Celestial haría de Jesucristo?

Explique que si el Padre Celestial no hubiese escogido sacrificar a Su Hijo Unigénito, ninguno de nosotros podría regresar a la presencia de Dios.

  • ¿Por quién estaba demostrando amor el Padre Celestial al sacrificar a Su Hijo, Jesucristo? (Ayude a los alumnos a reconocer la siguiente verdad: El Padre Celestial demostró Su amor por nosotros mediante el sacrificio de Su Hijo, Jesucristo.)

De ser posible, entregue a los alumnos una copia de la siguiente declaración del élder Melvin J. Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles. Invite a un alumno a leer la declaración en voz alta, y pida a la clase que preste atención a cómo el Padre Celestial se pudo haber sentido cuando Su Hijo estaba siendo crucificado.

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Elder Melvin J. Ballard

“En esa hora creo poder ver a nuestro amado Padre tras el velo, observando la lucha con la muerte… Su gran corazón casi partiéndose por el amor que tenía por Su Hijo. En aquel momento en el que Él podría haber salvado a Su Hijo, lo alabo y le agradezco por no fallarnos… Me regocijo porque no interfirió, y porque Su amor por nosotros hizo posible que soportara contemplar los sufrimientos de Su Hijo y nos lo diera, finalmente, como nuestro Salvador y Redentor. Sin Él, sin Su sacrificio… nunca habríamos entrado glorificados a Su presencia… Eso fue lo que le costó, en parte, a nuestro Padre Celestial dar la dádiva de Su Hijo a los hombres” (en Crusader for Righteousness, 1966, pág. 137).

  • ¿Cómo demuestra el sacrificio de Jesucristo el amor del Padre Celestial por ustedes?

Podría compartir su testimonio del amor del Padre Celestial por cada uno de los alumnos de su clase.

Pida a un alumno que lea Génesis 22:13–14 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que el Señor proporcionó como sacrificio en lugar de Isaac. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

Génesis 22:15-19

El Señor reafirma las promesas del convenio de Abraham

Para resumir Génesis 22:15–19, explique que, debido a que Abraham mostró que estaba dispuesto a hacer lo que el Señor mandara, el Señor le reiteró las bendiciones prometidas en el convenio de Abraham.

Génesis 22:20–24

Abraham llega a saber de los hijos nacidos a su hermano.

Para resumir Génesis 22:20–24, explique que después de que Abraham regresó a su hogar, se enteró de los hijos nacidos en la casa de su hermano Nacor, incluyendo a una nieta llamada Rebeca, que tendría un papel importante en el cumplimiento de las promesas que le hizo Dios a Abraham.

Para finalizar, comparta su testimonio de los principios que se enseñaron hoy según le indique el Espíritu.

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scripture mastery icon
Repaso de dominio de las Escrituras

Para ayudar a los alumnos a repasar los cinco pasajes de dominio de las Escrituras que han estudiado hasta ahora en el curso, quizás les quiera hacer una pequeña prueba. Proporcione palabras clave del marcador de libros de seminario y pida a los alumnos que escriban la referencia que corresponda al pasaje de dominio de las Escrituras. Antes de la prueba, quizás quiera dar tiempo a los alumnos para que estudien con un compañero las palabras clave del marcador de libros de seminario que tenga las cinco Escrituras.

Comentarios e información de contexto

Génesis 22:1–2 ¿Por qué le pidió el Señor a Abraham que sacrificara a Isaac?

Puede resultar difícil comprender por qué le mandaría el Señor a Abraham hacer algo tan difícil como sacrificar a su hijo. El presidente George Q. Cannon, de la Primera Presidencia, dijo:

“¿Por qué pidió el Señor tales cosas de Abraham? Porque, sabiendo lo que sería su futuro, y que sería el padre de una posteridad incontable, estaba resuelto a probarlo. Dios no hizo eso por Su propio bien, puesto que sabía con antelación lo que Abraham haría; pero el propósito era grabar en Abraham una lección y hacerle capaz de obtener conocimiento que no podría obtener de ninguna otra manera. Por eso Dios nos prueba a todos. No es para Su propio conocimiento, pues Él sabe todas las cosas de antemano. Él conoce todo en cuanto a la vida de ustedes y lo que harán; pero nos prueba para nuestro propio beneficio, para que nos podamos conocer a nosotros mismos (en Gospel Truth, comp. Jerreld L. Newquist, 2 tomos, 1974, tomo I, pág.113).

En Lectures on Faith [Discursos sobre la fe] se declara:

“Veamos que una religión que no requiere el sacrificio de todas las cosas nunca tiene el poder suficiente de producir la fe necesaria para llevar a la vida y salvación… Fue mediante ese sacrificio, y sólo mediante él, que Dios ordenó que los hombres gozaran la vida eterna; y es por intermedio del sacrificio de todas las cosas terrenales que los hombres saben realmente que están haciendo las cosas que resultan agradables a la vista de Dios” (Lectures on Faith, 1985, pág. 69).

Truman G. Madsen, profesor de la Universidad Brigham Young, escribió en cuanto a una vez en que estuvo con el presidente Hugh B. Brown, de la Primera Presidencia, en Hebrón, cerca del sepulcro de Abraham:

“[Le pregunté al presidente Brown]: ‘¿Por qué… se le mandó a Abraham ir al monte de Moriah a ofrecer su única esperanza de posteridad?’.

“Era obvio que ese hombre, de casi noventa años, había meditado, orado y llorado anteriormente en cuanto a esa pregunta. Finalmente dijo: ‘Abraham tenía que aprender algo en cuanto a Abraham’” (Five Classics by Truman G. Madsen, 2001, pág. 232).

Génesis 22:9–12. La fe de Abraham en el Señor

De acuerdo con Hebreos 11:17–19, Abraham tenía fe de que cuando Isaac fuese sacrificado, el Señor podría levantarlo de la muerte a la vida. El presidente Spencer W. Kimball explicó:

“Sabiendo que Dios no daría mandatos caprichosos o innecesarios, que el joven podría ser incluso levantado de los muertos si fuera necesario, Abraham obedeció. Se proveyó de un carnero” (en Conference Report, octubre de 1954, pág. 52).

Génesis 22:13–14. “El carnero… ofreció… en lugar de su hijo”

El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó otra capa de simbolismo que se encuentra en el relato de cuando Abraham iba a sacrificar a Isaac:

“Este relato también nos hace ver la bondad de Dios al proteger a Isaac y proporcionar un substituto para que él no tuviera que morir. Debido a nuestros pecados y a nuestra condición mortal, nosotros, al igual que Isaac, estamos condenados a morir. Después de que toda otra esperanza ha desaparecido, nuestro Padre Celestial proporciona el Cordero de Dios, y por medio de Su sacrificio logramos la salvación” (“Historias de la Biblia y protección personal”, Liahona, enero de 1993, pág. 42).