Seminario
Lección 118: Isaías 6-9


Lección 118

Isaías 6–9

Introducción

Isaías vio al Señor y Él lo llamó a ministrar al pueblo de Judá. Isaías le advirtió a Acaz, el rey de Judá, que no hiciera una alianza con Siria e Israel en contra de Asiria. Isaías profetizó la destrucción de los inicuos, el recogimiento de Israel en los últimos días y el poder de Jesucristo para salvar a Su pueblo si se arrepentía.

Sugerencias para la enseñanza

Isaías 6

Isaías ve al Señor en una visión y es llamado a profetizar al pueblo

Pregunte a los alumnos qué preocupaciones o inquietudes tendrían si se les llamara a una misión entre un pueblo inicuo.

Explique que Isaías 6 comienza con una visión que tuvo Isaías cuando fue llamado a servir al Señor. Pida a un alumno que lea en voz alta Isaías 6:1–4. y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que Isaías vio en esa visión.

  • Según el versículo 1, ¿a quién vio Isaías?

  • ¿Qué más vio Isaías en esa visión?

Si lo desea, explique que los serafines son seres angelicales que ministran en la corte de Dios. Las alas de los serafines son un símbolo de su poder para moverse o para obrar (véase D. y C. 77:4).

Pida a un alumno que lea Isaías 6:5 en voz alta. y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que presten atención a cómo se sintió Isaías en la presencia del Señor.

  • ¿Cómo se sintió Isaías en la presencia del Señor? ¿Por qué? (Si lo desea, hágales notar a los alumnos la explicación que aparece en la nota a al pie de página de Isaías 6:5, para ayudarlos a comprender cómo se sintió Isaías).

Pida a los alumnos que piensen en ocasiones en las que sintieron que estaban en un lugar muy sagrado o en la presencia de alguien muy santo.

Pida a un alumno que lea en voz alta Isaías 6:6–7, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que le ocurrió a Isaías en la visión. Explique que el carbón que se tomó del altar constituía un símbolo de purificación (véase la nota a al pie de página de Isaías 6:6).

  • Según el versículo 7, ¿qué dijo el serafín que había ocurrido con los pecados de Isaías? (Le habían sido borrados o eliminados).

  • ¿Qué sentimientos podrías tener si un mensajero del Señor te declarara limpio de tus pecados? ¿Por qué tendrías esos sentimientos?

Pida a un alumno que lea Isaías 6:8 en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura en silencio para averiguar lo que el Señor preguntó y la manera en que respondió Isaías.

  • ¿Cómo respondió Isaías a la invitación del Señor a prestar servicio? (Explique que esa invitación fue el llamamiento de Isaías como profeta).

  • ¿En qué manera el conocimiento de que estaba limpio del pecado pudo haber influido en la disposición de Isaías de servir al Señor?

  • De lo que aprendieron sobre Isaías en ese relato, ¿de qué forma el ser limpiados de nuestros pecados influye en nuestro deseo de servir al Señor? (Los alumnos quizás reconozcan un principio como el siguiente: Al ser perdonados de nuestros pecados, tenemos una mejor disposición a hacer lo que el Señor nos pide).

Explique que cuando somos limpiados de nuestros pecados, tenemos un mayor deseo de servir al Señor y de ayudar a los demás a que también se acerquen a Él y sean limpiados.

Explique que Isaías 6:9–10 describe el pueblo al que Isaías fue llamado a predicar. Pida a un alumno que lea en voz alta Isaías 6:9–10. y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que el Señor dijo en cuanto a cómo respondería el pueblo al mensaje de Isaías.

  • ¿Qué le dijo el Señor a Isaías en cuanto a la manera en que el pueblo respondería a su mensaje? (El pueblo rechazaría su mensaje, por lo que endurecería su corazón y se volvería espiritualmente sordo [“agrava sus oídos”] y ciego [“ciega sus ojos”]. Si lo desea, aclare que el Señor no quería que el pueblo endureciera su corazón y se volviera espiritualmente sordo y ciego. Más bien, las palabras del Señor en el versículo 10 describen la respuesta del pueblo a la predicación de Isaías: elegirían no escuchar).

Isaías 7–9

Isaías profetiza en cuanto a Jesucristo

Pregunte a los alumnos si saben el significado de su nombre. Pida a varios alumnos que lo compartan con la clase. Luego pregunte si alguno de ellos sabe por qué sus padres le dieron ese nombre, y pídales que lo cuenten al resto de la clase.

Explique que el significado de los nombres en las Escrituras a menudo puede enseñarnos importantes verdades. Invite a un alumno a leer en voz alta Isaías 7:3 y 8:1, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar cómo llamó Isaías a sus dos hijos.

  • ¿Qué nombres les dio Isaías a sus hijos?

Dibuje tres columnas en la pizarra y coloque como encabezados Maher-salal-hasbaz, Sear-jasub, e Isaías. Luego pida a los alumnos que busquen en la nota a al pie de página de Isaías 7:3,la nota c al pie de página de Isaías 8:1 y la nota a al pie de página de Isaías 8:18 para descubrir el significado de cada nombre. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren y escriba los significados en la pizarra, debajo del nombre correspondiente (véase la tabla a continuación).

Maher-salal-hasbaz

Sear-jasub

Isaías

(1) Aprestarse a los despojos (destrucción), (2) Él precipita la presa o (3) la destrucción es inminente

El remanente regresará

(1) El Señor es salvación o (2) Jehová salva

Invite a un alumno a leer en voz alta Isaías 8:18, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver de qué forma Isaías se veía a sí mismo y a sus hijos en relación con los hijos de Israel.

Explique que el nombre de Isaías y el de sus hijos eran señales de las grandes cosas que el Señor le haría a Israel. Sus nombres representan tres temas que son frecuentes en los escritos de Isaías: (1) la destrucción que enfrentaría el pueblo si persistía en la iniquidad, (2) el recogimiento final de Israel otra vez en la tierra prometida y en el convenio de Dios y (3) el poder de Jesucristo para salvar a Su pueblo.

Escriba las siguientes referencias en tarjetas u hojas de papel y entréguelas a los alumnos. (Prepare dos o más copias de cada referencia si tiene una clase grande o entregue a los alumnos más de una referencia si su clase es pequeña).

Isaías 6:11–13

Isaías 8:15

Isaías 9:6–7

Isaías 7:14–16

Isaías 8:22

Isaías 9:13–16

Isaías 8:13, 16–17

Isaías 9:2

Isaías 9:18–21

Pida a los alumnos que lean la referencia que está en su tarjeta y decidan a cuál de los tres temas hace referencia el pasaje de las Escrituras. Pida a los alumnos que se turnen para resumir lo que leyeron y lo que consideren que pueden aprender de esa profecía en particular. Usted podría pedir que los alumnos coloquen sus tarjetas en las columnas correspondientes de la pizarra.

Explique que debido a la iniquidad del pueblo durante la época de Isaías, la destrucción se cernía en su futuro.

Invite a un alumno a leer en voz alta el siguiente relato del élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, acerca de una mujer que conoció junto con el élder David S. Baxter: Pida a los alumnos que piensen cómo le responderían a la mujer.

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Elder Russell M. Nelson

“El año pasado, mientras el élder David S. Baxter y yo manejábamos rumbo a una conferencia de estaca, nos detuvimos en un restaurante. Después, al regresar al auto, una mujer nos llamó y se nos acercó; su apariencia nos sobresaltó y su arreglo personal (o falta de él) era lo que cortésmente llamaría ‘extremo’; entonces nos preguntó si éramos élderes de la Iglesia. Le dijimos que sí, y sin mucha reserva contó los eventos de su trágica vida anegada en el pecado. Ahora, a los 28 años de edad, era infeliz; sentía que no valía nada y que no tenía ninguna razón para vivir. Al hablar, la dulzura de su alma comenzó a emerger. En una súplica de lágrimas, preguntó si existía esperanza alguna para ella, alguna salida de esa desesperación” (“El arrepentimiento y la conversión”, Liahona, mayo de 2007, pág. 102).

  • ¿Qué le habrían dicho a la mujer?

Explique que en Isaías 9 leemos la descripción que dio Isaías de la forma en que Israel se había alejado del Señor y de las consecuencias que le esperaban.

Invite a un alumno a leer en voz alta Isaías 9:12, 17, 21, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer una frase que Isaías repitió al enseñar al pueblo acerca de las consecuencias de sus pecados.

  • ¿Qué frase repitió Isaías? (“Ni… ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida”. Escriba esa declaración en la pizarra).

Explique que tal vez la intención de Isaías haya sido que la frase “su mano aún está extendida” tuviera más de un significado, ya que la mano del Señor puede estar extendida para justicia o para misericordia. Es probable que un significado sea que debido a que el pueblo de la época de Isaías no abandonaba el pecado (véase Isaías 9:13–16), experimentarían la mano del Señor en forma de destrucción. Pero es posible que Isaías también haya estado enseñando que el Señor todavía ofrecía esperanza de misericordia si el pueblo se arrepentía. Invite a un alumno a leer en voz alta la nota a al pie de página de Isaías 9:12.

  • ¿Qué verdades podemos aprender del simbolismo que utiliza Isaías cuando dice que la mano del Señor está extendida? (Aunque las respuestas de los alumnos pueden variar, escriba los siguientes principios en la pizarra: Si nos arrepentimos, el Señor está dispuesto a extendernos Su misericordia y perdonar nuestros pecados. La justicia de Dios exige un castigo por el pecado, pero la Expiación lleva a efecto el plan de misericordia para satisfacer las demandas de la justicia).

Lea la conclusión del relato del élder Nelson y pida a los alumnos que presten atención a lo que él y el élder Baxter le enseñaron a la mujer.

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Elder Russell M. Nelson

“‘Sí’, respondimos, ‘hay esperanza. La esperanza está vinculada al arrepentimiento. Pueden cambiar. puedes: “[venir] a Cristo y [perfeccionarte] en él”’ [Moroni 10:32] y la instamos a no demorar. Ella sollozó humildemente y nos agradeció con sinceridad” (“El arrepentimiento y la conversión”, Liahona, mayo de 2007, pág. 102).

  • ¿De qué manera las dos imágenes de la mano extendida del Señor, una administrando justicia y la otra ofreciendo misericordia, nos ayudan en la decisión de arrepentirnos y acercarnos a Él?

Pida a los alumnos que reflexionen en el amor que el Salvador tiene por ellos y que piensen de qué cosas quizás deban arrepentirse. Testifique de la buena disposición del Señor de extendernos Su mano de misericordia cuando nos arrepentimos.

Dirija la atención de los alumnos al nombre de Isaías y al de sus hijos y a sus significados. Invite a los alumnos a buscar esos tres temas a medida que continúen estudiando Isaías.

Anímelos a compartir con un amigo o familiar lo que les haya llamado la atención durante la lección de hoy.

Comentarios e información de contexto

Isaías 9:12, 17, 21. “…Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida”

Aunque la frase “su mano aún está extendida” puede representar la justicia de Dios que tiene por responsables a los inicuos, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos recuerda la faceta misericordiosa de ese simbolismo:

“A todos ustedes que piensan que están perdidos o sin esperanza, o que piensan que han cometido demasiados pecados graves por demasiado tiempo, a todo aquel que le preocupe que está abandonado… esta conferencia exclama a voces el repetido mensaje de Jehová: ‘[Mi] mano todavía está extendida’ [Isaías 5:25; 9:17, 21]. ‘…Les extenderé mi brazo’, dijo, ‘[aunque] me [negaren]. Sin embargo, si se arrepienten y vienen a mí, seré misericordioso con ellos, porque mi brazo está extendido todo el día, dice el Señor Dios de los Ejércitos’ [2 Nefi 28:32]. Su misericordia perdura para siempre y Su mano todavía está extendida. Su amor es el amor puro de Cristo, la caridad que nunca deja de ser, esa compasión que perdura aun cuando toda otra fuerza desaparezca [véase Moroni 7:46–47].

“Testifico de este Jesús misericordioso que tiende la mano y rescata, que ésta es Su Iglesia redentora, basada en Su amor redentor…” (“De nuevo llegaron profetas a la tierra” Liahona, noviembre de 2006, págs. 106–107).