2023
El élder Valeri V. Cordón es llamado a servir
Diciembre de 2023


Voces de los miembros

El élder Valeri V. Cordón es llamado a servir

El apóstol Pablo y otros primeros discípulos de la Iglesia fueron enviados a tierras extranjeras para compartir el Evangelio, ministrar al pueblo y servir al Señor. En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, seguimos ese principio con los Setenta Autoridades Generales enviados por todo el mundo. En el Caribe, damos la bienvenida a un nuevo Setenta Autoridad General a la presidencia de Área, el élder Valeri V. Cordón y su esposa Glenda Zelmira Zea Díaz.

Tanto el élder Cordón como su esposa crecieron en Guatemala y hablan con cariño de sus primeros años allí. Debido a circunstancias difíciles, la hermana Cordón fue separada de sus padres a la edad de nueve años, primero vivió con una tía, y luego a la edad de dieciséis años, vivió con la familia de su mejor amiga. En 1984, su tío le hizo conocer la Iglesia. Fue entonces cuando sintió el Espíritu de verdad y se le aconsejó que leyera el Libro de Mormón con regularidad. La familia de su amiga también era cristiana y apoyaba mucho sus creencias. Con el tiempo, su testimonio se hizo fuerte.

Fue a la edad de diecinueve años, cuando la hermana Cordón conoció al joven Valeri Cordón, y tuvo tres opciones ante ella: mudarse a los Estados Unidos con su padre, servir en una misión o casarse con Valeri. Ella eligió casarse y nació la familia Cordón. Mientras criaba a sus hijos, continuó sus esfuerzos educativos en diseño de interiores y recursos humanos. El programa BYU-Pathway abrió otras puertas para el aprendizaje, por lo que actualmente la hermana Cordón se centra en los estudios de negocios y en mejorar sus habilidades en el idioma inglés.

El élder Cordón y su esposa tienen tres hijas casadas; dos viven en los Estados Unidos y uno en Panamá. Cuentan sus bendiciones mientras disfrutan plenamente de sus dos nietas.

El élder Cordón nació en 1969 de padres que habían aceptado el Evangelio y lo habían valorado en su hogar. Esto proporcionó lecciones importantes a los niños Cordón a edades muy tempranas. Por ejemplo, las lecciones apropiadas para su edad comenzaron a los siete años, enseñándole cómo proveer para sí mismo, estableciendo una cuenta de ahorros para la misión a los nueve años y recibiendo su bendición patriarcal a los doce años. Todos estos fueron fundamentos que establecieron prácticas críticas de vida y una conciencia de la necesidad de estar preparados para posibles oportunidades.

En 1984, a la edad de quince años, el élder Cordón y su hermano mayor dejaron su hogar para asistir a la escuela en otra ciudad donde podían estudiar tecnología. Viviendo solos, Valeri recordó que su madre le enseñó a servir siempre, así que una vez que se establecieron en su nuevo hogar, fue directamente del obispo y, le pidió un llamamiento. Desde joven, el élder Cordón sirvió en varios llamamientos, como miembro de la presidencia de los cuórums del Sacerdocio Aarónico, presidente de la Escuela Dominical, secretario auxiliar al obispo, y entonces, a la edad de diecinueve años, fue llamado a servir en una misión en El Salvador.

Mientras asistía a la escuela en Guatemala y estudiaba Ciencias de la Computación, los libros de texto estaban todos en inglés, y para cuando eran traducidos al español, la información ya era obsoleta. Al darse cuenta de que aprender inglés sería una habilidad crítica, descubrió una manera de mudarse a Texas para asistir a la Universidad del Norte de Texas durante seis meses, con un enfoque en aprender inglés. Regresó a Guatemala, recibió su título en Ciencias de la Computación, y más tarde, en parte debido a sus habilidades en inglés recién adquiridas, fue contratado por una compañía farmacéutica británica ubicada en Costa Rica.

El presidente Gordon B. Hinckley dejó una impresión duradera en el élder Cordón durante uno de los videos que se transmitieron entre las sesiones de la conferencia, en el que el profeta simplemente dijo: “Mejoren su educación”. Como resultado, aprovechó cada oportunidad para seguir este consejo.

Cuando surgió la oportunidad de ingresar a un programa de MBA en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), le comento al presidente de Área en cuanto a una oportunidad educativa diciendo: “Esto va a ayudar a mi carrera”. A lo que el presidente respondió: “No, esto ayudará a la Iglesia”.

Ahora el élder Cordón siente fuertemente el deseo de compartir su testimonio de que el Señor los bendecirá por hacer el esfuerzo de estar siempre preparados y buscar oportunidades para mejorar.

El élder Valeri V. Cordón también ha prestado servicio en otros llamamientos, entre ellos, maestro de Seminario y maestro de Instituto, presidente de cuórum de élderes, presidente de misión de estaca, miembro del sumo consejo, obispo, presidente de estaca, consejero de una presidencia de misión, líder de grupo de sumos sacerdotes, Setenta de Área y miembro del Cuarto Cuórum de los Setenta en el Área Centroamérica. Fue sostenido como Setenta Autoridad General el 2 de abril de 2016, y durante ese tiempo el élder Cordón y su esposa fueron llamados a servir como líderes misionales de la Misión California Los Ángeles. Mientras servía recientemente en la presidencia del Área Norteamérica Oeste, y como director ejecutivo adjunto del Departamento del Sacerdocio y la Familia, fue llamado a servir aquí, como miembro de la presidencia del Área Caribe.