Desarrollemos nuestros dones y talentos

Marilin Sáez es una joven Santo de los Últimos Días, estudia arquitectura y pertenece al Barrio Wilde, Estaca Buenos Aires, Avellaneda. Recientemente participó en la categoría de pintura de los Juegos Bonaerenses que fueron llevados a cabo por el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, a través de la subsecretaría de Deportes, en articulación con el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Marilin resultó ganadora de la primera etapa de la competencia, en el municipio de Avellaneda, donde vive y representará a su municipio en las regionales en la categoría de pintura.

Al prepararse para su participación, ella expresó:

“Estuve pensando mucho tiempo sobre qué podía pintar. Me crucé con mi vecino cuando iba a comprar, lo vi sentado en la vereda y me dije: Ahí está mi cuadro.

“Dios nos bendice con talentos que son para que uno crezca y trate de explotar al máximo su potencial, para que los podamos usar en algo positivo para los demás, ya sea lo que transmitimos o algo específico que podamos hacer. Yo creo que ese es el sentido, el para qué uno tiene los dones que tiene y trata de desarrollar. Y bueno, creo que recién estoy en la etapa de descubrirlo porque siento que me falta más por aprender, pero vamos creciendo de a poquito”.

Título de la obra: Mi Avellaneda querida.

Reseña: “Pinto mi ciudad porque es el lugar donde vivo, porque es el lugar que más camino, el que más conozco y más quiero.

“Y mi ciudad está llena de gente pero, no es sin ellos, ‘los que llegaron antes’, los que se acuerdan como era todo, cuando todavía no era. Los que están hechos de historias, mate amargo, tango y fútbol por radio. Te conocen aunque no los hayas visto, porque conocen a todos. Elegí a mi vecino, uno de ellos. Mi barrio es como el patio de su casa. El barrio es un poco él. No necesito irme tan lejos para encontrar qué pintar, porque ellos son el paisaje que quiero contar”.

En el último evento de PFJ, asistió como participante la joven Ana Paula Brizuela, del Barrio Lanús 2, también de la Estaca Buenos Aires, Avellaneda. Ella se anotó para participar en el show de talentos que se realiza en cada evento. Luego de presentar su talento, bajó del escenario después de haber actuado un monólogo y entre las tantas personas que la felicitaron por su puesta en escena, ella no pudo olvidar las palabras que le dijo el hermano que estaba sirviendo junto a su esposa como matrimonio director de la sesión: “¿Eres consciente del don que tienes? Aprovéchalo porque el Señor quiere usarlo”.

Luego de esta experiencia ella nos compartió estas palabras: “Todavía creo que no soy muy consciente del don que tengo, pero algo que me gusta hacer es enseñar y que las personas lo disfruten olvidándose por un momento de sus preocupaciones”.

Actualmente, Ana Paula tiene diecinueve años, está estudiando en el Taller de Actuación, Jóvenes Líderes en la Universidad Nacional de Lanús y preparándose para salir a una misión de tiempo completo.

El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, escribió: “Cada persona viene a esta vida investida con aquellos talentos y destrezas que su vida preterrenal le permite recibir. Mediante la obediencia a la ley, unos reciben un talento y otros reciben otro”¹.