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CAPITULO 52: ‘ANDAMOS EN LUZ, COMO EL ESTA EN LUZ’


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“ANDAMOS EN LUZ, COMO EL ESTA EN LUZ”

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Map Chp. 52

DESDE ROMA

ASIA

BITINIA PONTO

GALACIA

CAPADOCIA

1 Juan Una epístola a las comunidades cristianas, aprox. año 96 D.C.

1 Juan

Andar en la luz de Cristo

1:1–7

Debemos librarnos de nuestros pecados

1:8–10; 2:1, 2

Los Santos pueden conocer a Dios y a Cristo

2:3–6

Permanecer en la luz mediante la ley del amor

2:7–14

“No améis al mundo”

2:15–17

Los anticristos vendrían en los postreros tiempos

2:18–26

El Espíritu Santo guía a los Santos hacia la verdad

2:27–29

Los hijos de Dios serán como Cristo

3:1–3

Los Santos deben romper con el pecado

3:4–9

Amar a los hermanos y ganar la vida eterna

3:10–18

Obteniendo respuestas a las oraciones

3:19–24

“Probad los espíritus”

4:1–6

“Dios es amor”

4:7–21

¿Quién es el que es “nacido de Dios”?

5:1–4

Muchos testigos dan testimonio de vida eterna en Cristo

5:5–21

Comentario Interpretativo

(52-1) ¿Cuál es el tema de 1 Juan?

“Escrito por el discípulo a quien Jesucristo amaba, y el cual a su vez tenía tan grande amor por su Señor y por sus semejantes —al grado que obtuvo permiso de quedarse en la tierra y tratar de salvar almas hasta la Segunda Venida— esta epístola tiene como su tema esencial:

“Que Dios es amor;

“Que el amor es el fundamento sobre el cual descansa toda rectitud personal;

“Que todos los propósitos y planes de Dios están basados en su amor eterno e infinito; y

“”Que si los hombres dan vida a ese amor en sus propias vidas, llegarán a ser como el Señor mismo y tendrán vida eterna con El.

“Las doctrinas expuestas incluyen cómo obtener la asociación con Dios; cómo conocer a Dios y a Cristo; cómo llegar a ser hijos de Dios; cómo permanecer en la luz y amar a los hermanos; cómo morar en Dios y hacer que El more en nosotros; cómo nacer de nuevo y alcanzar la vida eterna” (McConkie, DNTC, 3:371).

(52-2) ¿Dónde y cuándo fue escrita?

Así como con las otras epístolas generales, 1 Juan provee muy poca, o ninguna evidencia en cuanto al lugar exacto desde el cual fue escrita. Si la tradición concerniente a la larga residencia de Juan en Efeso es correcta, la carta pudo haber sido escrita desde allí. Aunque Juan pasó la mayor parte de su vida en la Tierra Santa, los cristianos tanto como los judíos no eran bien recibidos allí luego de la destrucción de Jerusalén y de su templo en el año 70 D.C.

La carta parece pertenecer a un período en el cual la filosofía conocida como gnosticismo estaba en su apogeo. También tiene una íntima relación con el cuarto Evangelio, el cual data del año 90 ó 95.

El libro de 1 Juan probablemente fue escrito alrededor del año 96 y casi seguramente entre el año 70 y el 100 de nuestra era.

(52-3) 1 Juan 1:1. “Hemos visto con nuestros ojos…y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”

A los apóstoles de Jesucristo, y Juan era uno, se les dio el santo privilegio, después de la resurrección, de ver en la carne al Señor resucitado. “Mirad mis manos y mis pies,” dijo el Salvador, “que yo mismo soy.” Pero eso no fue todo. Tuvieron también el privilegio de palpar sus heridas: “…palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo 454 tengo” (Lucas 24:39). Juan quiere que se entienda claramente que él, un testigo personal del Cristo resucitado, es quien escribe esta carta.

(52-4) 1 Juan 1:3. “Nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”

“Tener comunión con el Señor en esta vida es gozar de la compañía de su Santo Espíritu, el cual nos hace uno con El. Tener comunión con El en la eternidad es ser como El, teniendo aquella vida eterna de la cual es poseedor y autor” (McConkie, DNTC, 3:374).

(52-5) 1 Juan 2:1. “Abogado tenemos para con el Padre”

Unabogado es aquel que defiende a otra persona. Jesucristoes nuestro abogado con el Padre. Dios es un diosde justicia, y sus leyes requieren que se pague porcada pecado. Si no fuera por la Expiación, todos loshombres quedarían condenados por causa de la ley, porquetodos los hombres pecan. Pero Jesucristo sufrió elcastigo y por lo tanto pagó el precio de los pecados detoda la humanidad. Por lo tanto, El puede interceder anteel Padre, en beneficio nuestro (Véase D. y C. 45:3-5).

(52-6) 1 Juan 2:2. “y él es la propiciación por nuestros pecados” y “también por los de todo el mundo”

La justicia divina no puede ignorar los pecados; se debe efectuar un pago. Propiciación significa justamente eso. Debido a que Jesucristo era totalmente justo y no tuvo pecados de los cuales responder personalmente, El puede propiciar o pagar por nuestros pecados mediante la expiación. Este acto satisface las demandas de la justicia y hace posible la misericordia o el perdón (Alma 42:12-25).

Pero la expiación de Cristo es universal. Se extiende a todos los que la aceptarán por su fe en Cristo y mediante el arrepentimiento del pecado. El Salvador sufrió “los dolores de todos los hombres”, el sufrimiento debido a la’ acumulación de los pecados de “todo el mundo”. Sin embargo, solamente aquellos que realmente se arrepienten se benefician con ella. (Leer D. ye. 18:10-12.) El resto debe vivir sin los beneficios de la Expiación. (Leer Alma 11:40, 42.)

(52-7) 1 Juan 2:3. “Yen esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos”

Fue este mismo Juan quien cita a nuestro Salvador diciendo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Ahora él nos dice cómo es posible conocer a Dios.

“Es mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del evangelio ¡Y en ninguna otra forma!…”Como el mismo hecho de conocer a Dios, en un sentido pleno consiste en pensar como El piensa, decir lo que El dice, hacer lo que El hace y ser como El, teniendo así exaltación o naturaleza divina, se deduce que las almas que son salvas deben avanzar y progresar hasta adquirir su carácter, perfecciones y atributos; hasta obtener su poder eterno; hasta que ellas mismas lleguen a ser dioses” (McConkie, DNTC, 3:377).

(52-8) 1 Juan 2:6. “Andar como él anduvo”

“No es suficiente con decir, aceptar y creer solamente, hasta que aquello que está implicado es traducido en acción dinámica en la vida diaria. Esto, entonces, es la mejor fuente de testimonio personal. Uno sabe porque ha tenido la experiencia. No tiene que decir: ‘El hermano Jones dice que es verdad y yo le creo’. Uno puede decir: ‘Yo he vivido este principio en mi propia vida y sé mediante la experiencia personal que da resultado. Yo he sentido su influencia, he probado su utilidad práctica y sé que es bueno. Puedo testificar por mi propio conocimiento que es un principio verdadero’” (Howard W. Hunter, en CR, abril de 1967, pág. 116).

(52-9) 1 Juan 2:18, 19. ¿Qué es un anticristo?

El prefijo anti significa en griego exactamente lo mismo que en nuestro idioma, esto es, aquello que se opone a algo. Un anticristo es el que se opone a Cristo o que busca corregir, cambiar, añadir o quitar a su doctrina. El diablo es el mejor ejemplo, pues él “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto…” (2 Tesalonicenses 2:4). Juan no habla del diablo, sino de los hombres que en su época siguieron al diablo en su oposición a Jesucristo. Estos apóstatas, aunque una vez habían estado en la iglesia “salieron de entre nosotros, mas no eran de nosotros; pues si hubieran sido de nosotros, indudablemente habrían permanecido con nosotros”. Ejemplos de anticristo serían hombres como Sherem (Jacob 7:1-23), Nehor (Alma 1:2-16) y Korihor (Alma 30:6-60).

(52-10) 1 Juan 2:20, 27. ¿Qué es la “unción” de la cual habla Juan?

“Esta unción, esta santa unción, es el don del Espíritu Santo, el cual les da acceso a la sabiduría infinita del Padre y del Hijo a fin de que puedan conocer todas las cosas tan rápidamente como sean capaces de soportarlas” (McConkie, DNTC, 3:383).

(52-11) 1 Juan 3:9. ¿Qué quiere decir Juan con que “todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado”?

En la Versión Inspirada José Smith traduce ese pasaje en la forma siguiente:

“Todo aquel que es nacido de Dios no continúa en el pecado; pues el Espíritu de Dios permanece en él; y no puede continuar en el pecado, porque es nacido de Dios, habiendo recibido a ese santo Espíritu de promesa” (Nota del traductor: es traducción libre y no oficial.)

El élder Bruce R. McConkie explica

“Todos los hombres pecan, antes y después del bautismo, pero aquellos santos que se esfuerzan en guardar los mandamientos y continuamente se están arrepintiendo y volviendo al Señor, no continúan en esa senda de rebelión pecaminosa contra Dios y sus leyes que era su porción antes de ser bautizados para la remisión de los pecados. Los miembros de la Iglesia que continúan en pecado son miembros solamente de nombre; no reciben la compañía del Espíritu Santo, mediante cuyas revelaciones es como el Señor puede ser ‘conocido’ únicamente” (DNTC, 3:386).

(52-12) 1 Juan 3:21. “Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios”

“El conocimiento real, en cualquier persona, de que el curso de vida que sigue va de acuerdo con la voluntad de Dios, es esencialmente necesario para permitirle tener esa confianza en Dios sin la cual ninguna persona puede obtener la vida eterna. Fue esto lo que permitió a los santos antiguos soportar todas sus aflicciones y persecusiones, y aceptar gozosamente la pérdida de sus bienes, sabiendo (y no creyendo meramente) que eran poseedores de un bien mucho más duradero. [Hebreos 10:34].” (Lectures on Faith, sexto sermón, vers. 2.)

(52-13) 1 Juan 4:8. ¿Qué quiere decir Juan al expresar que “Dios es amor”?

“’Nuestro Dios es fuego consumidor’ (Hebreos 12:29). ‘Dios es luz’ (1 Juan 1:5). Del mismo modo, Dios es también fe, esperanza, caridad, rectitud, verdad, virtud, templanza, paciencia, humildad, etc. Esto es, Dios es la personificación y realidad de toda gracia y atributo divino; todo lo que hay en su persona en perfección y y en plenitud” (McConkie, DNTC, 3:398).

(52-14) 1 Juan 4:12. “Nadie ha visto jamás a Dios”

“Nadie ha visto jamás a Dios, excepto aquellos que creen. Si nos amamos unos a otros, Dios mora en nosotros, y su amor es perfeccionado en nosotros.” (Versión Inspirada, traducción libre, no oficial.)

(52-15) 1 Juan 5:8. “…tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre”

“…así como no puede haber nacimiento terrenal sin:

“agua (el feto vivo rodeado de agua en el vientre de la madre); y

“sangre (la vida del cuerpo mortal está en la sangre, sin la cual ocurre la muerte inmediatamente; y no puede haber nacimiento terrenal sin la pérdida de sangre por parte de la madre); y

“Espíritu (el hijo de Dios que viene de la existencia preterrenal a morar en el tabernáculo de arcilla formado con el polvo de la tierra en el vientre de la madre);

“De manera que no puede haber nacimiento espiritual en el reino de los cielos sin:

“Agua (bautismo por inmersión y bajo las manos de un administrador legal); y

“Espíritu (el poder purificador del Espíritu Santo que quema el pecado y la iniquidad del alma humana como con fuego, haciendo así que el alma esté capacitada para morar con seres santos y puros en el reino de Dios; y

“Sangre (la sangre derramada por El que dio su alma a la muerte a fin de que todos los términos y condiciones del plan de salvación tuvieran validez y vigencia, y para que el hombre mortal pueda ser rescatado de su muerte temporal y espiritual acarreada al mundo por la caída de Adán)…

“Además: El simbolimo usado aquí ayuda a dirigir nuestra atención al sacrificio expiatorio del Hijo. los mismos elementos estuvieron presentes en ese sacrificio:

“Espíritu (en que nuestro Señor voluntariamente entregó su espíritu, permitiéndole salir del cuerpo);

“Sangre (en que allí completó el acto, iniciado en Getsemaní, de derramar su propia sangre por los pecados de los hombres); y

“Agua (en que cuando uno de los soldados ‘…le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis’ (Juan 19:34-35)” (McConkie, DNTC, 3:403-5).

PUNTOS A CONSIDERAR

LOS SANTOS GOZAN DE UNA CLASE DE AMISTAD UNICA

La afiliación en la Iglesia existe, en parte, para mejorar la condición espiritual del individio. El hermanamiento es el medio principal por el cual se puede lograr esto. Mediante el hermanamiento, los hombres y mujeres con metas y aspiraciones comunes reciben la oportunidad de elevarse y fortalecerse entre sí. Esta clase de hermanamiento trasciende grandemente al que se encuentra en grupos sociales o en partidos políticos. Juan sabía que esta amistad es la marca distintiva de la verdadera iglesia, pues no se puede encontrar en ninguna otra parte.

¿Cuál, podrían preguntar ustedes, es la asociación especial de que los Santos pueden gozar pero de la cual no se puede gozar fuera de la Iglesia? Para encontrar la respuesta a esta pregunta, lean con atención en 1 Juan 1:3-7. Juan declara que en la Iglesia de Cristo son necesarios dos tipos de hermanamiento. ¿Cuáles son? ¿Cuál debe preceder al otro?

¿Notan que para Juan el hermanamiento (o asociaciólI) con Dios y Cristo debe preceder al de una persona con otra? ¿Por qué este orden es una necesidad para el verdadero hermanamiento?

El mensaje de la epístola de Juan es que nosotros debemos llegar a ser participantes de la asociación con Dios y con sus hijos si es que deseamos alcanzar la vida eterna. Esto puede efectuarse solamente a medida que amamos y servimos a Dios y unos a otros. Solamente en esta forma puede haber verdadero hermanamiento (o asociación). ¿Qué sentido tiene que una persona diga “amo a Dios” y luego muestre odio hacia uno de los hijos de El? En otras palabras, ¿qué sentido existe en las declaraciones de aquellos que dicen que aman a sus semejantes pero niegan la existencia de Dios?

(52-16) Al amar a Dios y a nuestros semejantes no podemos ser engañados por quienes profesan amar a la humanidad, pero que obran en contra del verdadero bienestar del hombre

“El mundo en general ignora este primer y grande mandamiento, el de amar a Dios. Hablan de amar a su hermano y adoran en altares de hombres. ¿Acaso Nefi hubiera dado muerte a labán si hubiera puesto el amor a su semejante en lugar de darle mayor importancia al amor a Dios? ¿Acaso Abraham hubiera llevado a Isaac al sacrificio si hubiera puesto el segundo mandamiento en primer lugar de importancia?

“La actitud del mundo se refleja en una frase falsa que dice: ‘No os atreváis a escudriñar a Dios, el estudio apropiado para la humanidad es el hombre.’ Mas solamente aquellos que realmente conocen y aman a Dios pueden amar y servir al hombre, pues solamente Dios comprende plenamente a sus hijos y sabe qué es lo mejor para su bienestar. Por lo tanto, uno tiene necesidad de estar a tono con Dios para ayudar a sus hijos. Por eso es que la Iglesia, bajo la inspiración del Señor, anima a sus miembros a buscar la solución primero en sí mismos, luego a pedir la ayuda de su familia, después de la Iglesia, y si fuere necesario, de las agencias de gobierno que ayudan a resolver los problemas de pobreza, desempleo, hambre, enfermedad y dificultades en general. Aquellos que no actúan bajo esa misma inspiración se dirigen primero a las agencias de gobierno. Este curso de acción, dirigido por el hombre, proporciona muy poco bien, en comparación con el método del Señor y a menudo resulta en gran daño para los hijos de nuestro Padre, aun cuando la intención haya sido noble.

“Por lo tanto, si desea ayudar más a su semejante es necesario poner el primer mandamiento en primer lugar.

“Cuando no damos mayor importancia al amor a Dios, somos fácilmente engañados por hombres astutos quienes profesan gran amor a la humanidad mientras defienden programas que no son de Dios” (Ezra Taft Benson, Un sacerdocio real, Guía de estudio personal para los quórumes del Sacerdocio de Melquisedec 1975-76, Lección 33, págs. 134-35, y Conference Report, octubre de 1967, pág. 35).

LA VERDADERA COMUNION CON DIOS Y EL HOMBRE SOLAMENTE LA GOZAN QUIENES ANDAN EN LA LUZ DE CRISTO

Dirijamos nuestra atención a otra faceta de los escritos de Juan: la sugerencia de cómo gozar de verdadera comunión con Dios y con nuestros semejantes. Sus instrucciones son claras y sencillas. Lean los versículos siguientes y consideren los requisitos: 1 Juan 1:8, 9; 2:9, 15, 24; 3:23; 4:7, 20, 21; 5:2. ¿Parecen difíciles estas enseñanzas? Bien, el camino hacia la perfección no es fácil, pero el testimonio de Juan es que ustedes pueden hacerlo. Lean de nuevo estas promesas y afirmaciones de Juan: 2:1-3, 5, 24, 25; 3:24; 4:12, 13; 5:18-20. Esta vez, sin embargo, consideren la manera en que estas enseñanzas se aplican a ustedes y a su habilidad de alcanzar comunión con Cristo.

¿Entienden la promesa que Juan les está haciendo? ¿Se dan cuenta que al tomar la determinación de obedecer los mandamientos, recibirán poder y amor de Dios y que El los limpiará sin demora de todo pecado a medida que amen y sirvan a los hijos del Señor? Además, ¿ven que el poder y el amor de Dios serán perfeccionados en ustedes a medida que se perfeccionen, gocen de una plena comunión con Cristo y participen de su Espíritu y bendiciones? Dios les está ofreciendo el poder de la eternidad y todo lo que les pide a cambio es que lo amen y obedezcan y que voluntariamente sirvan a sus hijos. ¿Pueden hacer la ofrenda de amor de manera que puedan ser llenados con su gloria?